Con una votación de 15 a favor y 41 en contra, la plenaria del Senado negó el proyecto para quitarle tres ceros a las denominaciones actuales de los billetes en Colombia, a pesar del respaldo del Gobierno Nacional.
El senador Camilo Sánchez, del Partido Liberal, al argumentar su voto negativo, dijo que el “nuevo peso” tendría un costo fiscal para el país.
Se trata del proyecto número 34 de 2010 Senado, “por medio de la cual se modifica la denominación de la moneda legal en Colombia, en desarrollo del numeral 13º del Artículo 150 de la Constitución Política”, de autoría del senador Antonio Guerra, de Cambio Radical, que también fue su ponente en compañía de los senadores Juan Mario Laserna y José Darío Salazar, del Partido Conservador.
Curiosamente, fue otro conservador, el senador Roberto Gerlein, el primero en anunciar su voto negativo: “Este es un proyecto que toca hasta el último bolsillo de los colombianos, y los economistas no han consultado a uno solo de los afectados”; el congresista reiteró que este era un proyecto inoportuno y que todos los sectores se verían afectados por la creación de un nuevo peso.
En su intervención, el senador Sánchez no sólo ratificó lo dicho por Gerlein, sino que se refirió al impacto social y económico negativo que tendría la aprobación de este proyecto: “Va a causar muchos daños”, aseguró y explicó que "el redondeo perjudica a los pobres".
De acuerdo con el congresista esta iniciativa era el resultado de la improvisación y pidió claridad sobre los costos de quitarle los tres ceros al peso. Una vez el proyecto fue archivado, señaló que esta es la primera vez que el Legislativo deniega una propuesta apoyada por el Gobierno.
Por su parte, el senador Jorge Robledo, del Polo Democrático, coincidió con ambos congresistas y calificó el argumento del Banco de la República y del Ministerio de Hacienda como “deleznable”. También se refirió al alto costo que tendría modificar el peso: “Yo no creo en la historia de la dolarización”.
Antes de ser archivado, el senador Guerra recordó que este proyecto había sido ampliamente debatido en los últimos meses y que el presidente Juan Manuel Santos había ratificado su apoyo al mismo, lo que se evidenció con la solicitud que le hizo a la Mesa de Unidad Nacional para apoyarlo.
Igualmente, el senador Guillermo García, del Partido Liberal, señaló que no era tan grave “el cambio de la billetería en nuestro país, ni causa tantos traumas, ni efectos negativos. Todo lo contrario”. El congresista advirtió que en Colombia existen muchos billones de pesos ilegales, los cuales se recuperarían una vez se modificara la moneda.
El ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry reiteró que no habría caos, sino que, por el contrario, se reducirían los costos de las transacciones y se economizaría el procesamiento de la información.
De acuerdo con el funcionario, una modificación de este tipo puede realizarse cuando hay hiperinflación o inflaciones bajas. Este último es el caso de Colombia, cuya inflación es del 3 por ciento.
“Este cambio no generaría caos. Habría menores procesamientos contables. Los cambios de las monedas y billetes pueden tener efectos de ahorro de procesamiento de información”, puntualizó.