Se disparan incautaciones de cocaína en Colombia | El Nuevo Siglo
Miércoles, 18 de Mayo de 2016

UN TOTAL de 111 toneladas de cocaína han sido decomisadas en lo corrido de este año, lo que se constituye en una cifra record. Así lo anunció ayer el presidente Juan Manuel Santos, quien explicó que no más en la última semana, las autoridades incautaron 13,9 toneladas de esta sustancia.

 

​Al entregar el balance semanal de la lucha contra el crimen organizado, el Presidente de la República reportó que de estas incautaciones hace parte un cargamento de 9,3 toneladas de cocaína, avaluadas en más de 250 millones de dólares, decomisado en la última semana por la Policía Nacional al Clan Úsuga en el Urabá antioqueño.

 

De acuerdo con el presidente Santos Calderón se trata de un “golpe al corazón de las finanzas del Clan Úsuga”, además de que es la incautación de droga más grande que se ha hecho en territorio colombiano en una sola operación.

 

El Jefe de Estado afirmó que esta operación demuestra que el nuevo plan del Gobierno y la Fuerza Pública para combatir el crimen organizado “está golpeando de forma definitiva la capacidad operativa y las finanzas de estas organizaciones criminales”.

En ese sentido dijo el primer Mandatario que en la última semana fueron neutralizados 56 miembros de organizaciones criminales, se incautaron 8 maquinarias amarillas que se utilizan en la minería ilegal y fueron destruidos 109 laboratorios para fabricar droga.

 

A estos resultados se suma la captura de dos cabecillas conocidos con los alias de ‘Venado’ y ‘El enano Aldemar’, sindicados por las autoridades de cometer múltiples delitos.

 

El Jefe de Estado advirtió a los integrantes de las organizaciones criminales y a sus redes de apoyo que “el único camino que les queda es el sometimiento a la justicia, o enfrentar el rigor de la acción contundente del Estado”.

 

De mantenerse el ritmo de incautaciones de cocaína por parte de la Policía Nacional es previsible que al finalizar este año se alcance cerca de las 270 toneladas del alcaloide, cifra nunca antes vista ni siquiera en las mejores épocas del Plan Colombia en la pasada década, patrocinado por Estados Unidos con cuantiosos recursos económicos y logísticos para combatir este flagelo.

 

El año anterior las autoridades reportaron el decomiso de 250 toneladas de cocaína, ya antes en los años 2008 y 2009 se logró durante la administración del presidente Álvaro Uribe Vélez alcanzar las 200 toneladas.

 

En el año 2010 las incautaciones del también conocido como el polvo blanco llegaron a las 170 toneladas; mientras que en el 2011, ya solo en la administración Santos, se presentó el resultado más bajo con apenas 90 toneladas decomisadas.

De ahí en adelante el volumen de cocaína incautada por las autoridades fue variable: 150 toneladas en el año 2012; 130 toneladas en el año 2013 y 100 toneladas en el 2014.

En marzo pasado,  el ministro de Defensa Nacional, Luis Carlos Villegas, destacó que en lo corrido de este año hay importantes resultados contra las organizaciones dedicadas al narcotráfico con la desarticulación de 1.300 estructuras, un 52% más en comparación al mismo periodo del año inmediatamente anterior, y la destrucción de laboratorios en diferentes regiones del país.

 

Otros record

 

El alijo de 9,3 toneladas de cocaína decomisado al Clan Úsuga en días pasado en el Urabá antioqueño no es como se dijo en un primer momento, la mayor cantidad incautada en Colombia a los narcotraficantes en un solo operativo.

 

El mayor decomiso se logró en el año 2005 en la desembocadura del río Mira, en zona rural de Tumaco (Nariño), en donde se incautaron 15,1 toneladas que según las autoridades pertenecían al Bloque Libertadores de las Autodefensas.

 

En tanto que en el año 2007 fueron decomisadas 13,2 toneladas de cocaína en el municipio de Pizarro, Chocó. En el año 2008 las autoridades lograron la incautación de 10,5 toneladas en Barranquilla, que según las investigaciones pertenecía al grupo de Daniel 'El Loco' Barrera.

 

Cultivos

 

Pero si bien a la administración Santos le va bien en materia de resultados de incautaciones de alucinógenos por los volúmenes alcanzados, no ocurre lo mismo con los cultivos ilícitos que se han triplicado en los últimos años.

 

En marzo pasado, la oficina de Política Nacional para el control de Drogas de La Casa Blanca aseguró que las áreas con cultivos ilícitos en Colombia crecieron 42% en el año 2015, al pasar de 112 mil hectáreas a 159 mil.

 

La dependencia gubernamental de los Estados Unidos dijo que esta cifra es similar a la registrada hace 15 años, cuando se contabilizaron 169 mil hectáreas.

 

Sobre el crecimiento de los cultivos ilícitos en Colombia también a mediados del año anterior alertó la ONU, la cual indicó que "los cultivos de coca crecieron considerablemente en Colombia, al pasar de 48 mil hectáreas en 2013 a 69 mil hectáreas en 2014, un 44 por ciento”.

 

El informe de ONU fue preparado con base en imágenes satelitales, lo que permitió observar en esa oportunidad que los cultivos de coca se redujeron en Amazonas, Orinoco y Sierra Nevada, pero aumentaron en el Pacífico, Putumayo-Caquetá y Meta-Guaviare.

 

Por su parte, el Gobierno nacional manifestó su preocupación por el incremento en los cultivos ilícitos en varias regiones del país, especialmente de hoja de coca. Por ello anunció un ajuste importante en la estrategia para enfrentar este fenómeno que se ha agudizado en los últimos años.

 

 "Como Gobierno tenemos una gran preocupación por el aumento en la superficie cultivada con hoja de coca y plantas de coca", indicó en marzo pasado el ministro para el Posconflicto, Rafael Pardo.

 

 En similar sentido se manifestó el ministro de Defensa Nacional, Luis Carlos Villegas, quien dijo que  “compartimos la preocupación internacional por el incremento sustancial en las hectáreas de cultivos ilícitos, especialmente hoja de coca”.

 

Por primera vez el Ejecutivo reconoció que la suspensión desde mediados del año pasado de las fumigaciones aéreas con glifosato es una de las razones que explica este incremento. En ese sentido, Villegas dijo que la reducción en la utilización de este herbicida ha sido del 50%.

 

 Vale recordar que la administración Santos tomó la decisión de suspender las fumigaciones aéreas después de que una agencia de la Organización Mundial de la Salud previno que el uso del glifosato es potencialmente cancerígeno.

 

 El ministro Villegas dijo que otra razón para este incremento es que el negocio del narcotráfico ha cualificado su desempeño. Bajaron los costos de producción, tiene mejores precios de venta de la hoja de coca y de la base.

 

 Añadió que las autoridades detectaron "unos métodos de producción industrial (de cocaína) nuevos", que reducen las etapas para convertir en clorhidrato la hoja de coca.

 

 También hay que tener en cuenta, según el Ministro, que buena parte de los cultivos ilícitos se desarrolla en regiones con dificultades geográficas como el Catatumbo, en la frontera con Venezuela, y Nariño, en la frontera  con el Ecuador, y algunos sectores del Cauca. Algo parecido sucede con el desarrollo que ha tenido esta actividad en los parques nacionales aprovechando que a la Fuerza Pública se le dificulta hacer operaciones porque son territorios protegidos ambientalmente.

 

Según el Ejecutivo, 204 municipios de los 1.102 con los que cuenta el país presentan cultivos de coca, aunque el 81% de esas hectáreas se concentra en seis de los 32 departamentos: Putumayo, Nariño, Cauca, Caquetá, Guaviare y Norte de Santander. En tanto que el 43% de la producción está en 10 municipios.

 

Estrategia propia

Colombia al igual que otras naciones productoras de coca, como Bolivia y Perú, han seguido casi que a rajatabla durante más de dos décadas los dictados de la guerra internacional contra las drogas ilícitas liderada por los Estados Unidos.

 

Sin embargo, en los últimos años Colombia junto con otros países han cuestionado la forma como se desarrolla la guerra contra el narcotráfico, pues quienes la lideran, el caso de Estados Unidos, no han tenido que sufrir en su suelo los efectos de esta lucha expresado en la muerte de policías, jueces y la afectación del medio ambiente a manos de los narcotraficantes.

 

En ese sentido, desde su primer mandato el presidente Santos ha sido uno de los líderes de la región que ha ventilado en diferentes escenarios, entre ellos la Asamblea de Naciones Unidas, la necesidad de un análisis a nivel global sobre la batalla contra las drogas con el fin de establecer si se requieren ajustes de fondo e, incluso, mover el foco que hasta ahora ha estado puesto sobre la represión a este delito.

 

En septiembre de 2012, los presidentes de Colombia, Guatemala y México hicieron un llamado a la ONU para que albergara una conferencia internacional sobre la reforma de las políticas de drogas.

 

A continuación se incluyó una disposición en la Resolución Ómnibus anual sobre políticas de drogas –patrocinada por México y copatrocinada por otros 95 países– para adelantar esta cumbre mundial sobre políticas de drogas este año, como se dio a mediados de abril pasado en Nueva York con la Ungass 2016, en donde se reunió de forma especial la Asamblea de Naciones Unidas para analizar ajustes profundos en las políticas de la lucha mundial contra las drogas ilícitas.

Por su lado en el nivel interno el Gobierno nacional ha querido hacer sus propios ajustes en la forma como se enfrenta el problema de la producción, tráfico y consumo de estupefacientes.

 

El ministro Consejero para el Posconflicto, Rafael Pardo, dijo hace algunas semanas que se está trabajando en el fortalecimiento de la estrategia de sustitución de cultivos ilícitos, que debe servir, dijo, para abonar el terreno en la etapa de posconflicto luego de que se logre la firma de la paz con las Farc.

 

 Explicó también Pardo que "la ilegalidad en el campo colombiano, fundamentalmente son los cultivos de coca. Por eso, habrá un ajuste importante en la estrategia que inicialmente buscará focalizar las zonas de erradicación manual para reducir al 50% los municipios priorizados. Lo que implica trabajar en 94 municipios que tienen menos de 100 hectáreas cultivadas con matas de coca, que serán atendidos por grupos de erradicadores de Policía y Ejército. De otro lado, en las áreas de mayor concentración que tienen más de 30% de cultivos ilícitos, se iniciará un programa muy agresivo de sustitución de cultivos".

 

 El Ministro Consejero para el Posconflicto dijo también que se espera que la firma de la paz impacte la expansión de los cultivos ilícitos.

 

  "Las Farc han sido el principal obstáculo a las políticas tanto de erradicación, de interacción, como de sustitución. Y de los acuerdos, de lo que está pactado hasta el momento, las Farc van a tener un papel muy diferente, un papel de cooperación en el tema de reducción de cultivos", destacó Pardo.