Fue aplazada en la Comisión Primera del Senado la votación del proyecto que reglamenta el derecho de objeción de conciencia, frente a lo cual está en deuda esta Corporación por 24 años desde la expedición de la actual Constitución.
El escollo en esta oportunidad fue la objeción de conciencia frente al servicio militar obligatorio porque algunos congresistas pidieron aplazar la discusión hasta conocer el pensamiento del Gobierno nacional sobre el particular por los efectos que podría tener en la incorporación.
La mayoría de los congresistas que pidió este aplazamiento es del Partido Centro Democrático, que señalaron que es necesario conocer la opinión del Ministerio de Defensa Nacional, a pesar de la insistencia de la senadora liberal Viviane Morales, autora de la iniciativa, para que se le diera debate.
El proyecto plantea para el caso de la objeción de conciencia no prestar el servicio militar, que el joven presentará la respectiva solicitud ante la Defensoría del Pueblo, la cual le expedirá un documento que certifique la calidad de objetor de conciencia, la cual reemplazará a la libreta militar.
El proyecto de igual forma se ocupa con la objeción de conciencia por parte de los operadores de salud para practicar la eutanasia como consecuencia de una enfermedad terminal y la interrupción voluntaria del embarazo, en los tres casos que contempla la Corte Constitucional: cuando el embarazo sea consecuencia de una violación, malformación del feto y riesgo de muerte de la madre.
Frente a esta situación los médicos pueden negarse a practicar dichos procedimientos acudiendo al derecho de objeción de conciencia por motivos éticos y religiosos. No obstante, las instituciones están en la obligación de prestar el servicio acudiendo por medio de otro profesional que no tenga inconveniente en este sentido.
La iniciativa de ley también prevé que la objeción de conciencia pueda operar por motivos religiosos en otras situaciones como el juramento a la bandera o no asistir al trabajo en determinadas fechas por razón de su credo.