El presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, llega a la mitad de su administración con un desplome en su popularidad y un gobierno ahogado en escándalos de corrupción, en un país que proyecta para 2012 uno de los mayores crecimientos económicos de la región.
"El gobierno se siente sumamente complacido con los avances que hemos logrado", dijo el secretario de Estado de Comunicación, Luis Eduardo Camacho.
"En Panamá, lo tradicional ha sido tener una economía con bastante firmeza, pero esa riqueza no se distribuía adecuadamente. El crecimiento económico no se traducía en mayor calidad de vida y ahora no es así", aseguró Camacho.
Oficialmente la economía panameña presenta resultados envidiables, con un crecimiento superior al 10% y 4,5% de desempleo, en un entorno global de recesión.
Además, la pobreza bajó este año del 33.4 al 29%. El gobierno está conduciendo millonarios proyectos en infraestructuras (15.000 millones de dólares en cinco años) y anunció novedosos proyectos sociales con el fin de convertir a Panamá en el "Singapur" o el "Dubai" de las Américas, según proclama Martinelli.
Sin embargo, el mandatario pierde puntos en la ciudadanía, de acuerdo a los sondeos, con índices de popularidad de entre 31 y 47%, lejos del 90% que marcó tras arrasar en las elecciones de 2009 con más de un millón de votos, cifra récord en el país.
"La tendencia de la popularidad del Presidente (Martinelli) es a la baja en todas las encuestas", dijo el analista político José Blandón.
Analistas consideran que el desplome deriva de la corrupción, la permanente confrontación de Martinelli con diversos sectores, sus intenciones de controlar todos los órganos del Estado y el descontento ciudadano por la inseguridad y el alza del costo de vida.
"Hay un descontento en todos los sectores", pese a que Martinelli, un multimillonario dueño de supermercados, ganó la presidencia con un discurso contra la política tradicional, afirmó el analista Jaime Porcell./AFP