Negó su participación el expresidente de la Cámara de Representantes en los hechos ocurridos en el municipio de Segovia, en los que fueron asesinadas 42 partidarios del partido Unión Patriótica.

Se declaró inocente el expresidente de la Cámara de Representantes César Pérez García ante la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia por las acusaciones que lo vinculan con la llamada Masacre de Segovia, perpetrada el 11 de noviembre de 1988.

“En el municipio existía una armonía democrática entre todos los partidos”, dijo Pérez García, luego de lo cual negó que se hubiera consolidado un vínculo con los grupos armados ilegales, concretamente paramilitares, para que el Partido Liberal lograra las mayores votaciones en la región.

Negó de la misma manera que hubiera participado en la creación y promulgación de panfletos intimidatorios en contra de los miembros y simpatizantes de la Unión Patriótica (UP), aseverando que dichas amenazas se conocieron mucho tiempo después de ocurrida la masacre.

Fue señalado el exparlamentario por uno de los testaferros del excomandante paramilitar conocido como ‘el Negro Vladimir’, de haber financiado la masacre con el fin exclusivo de conseguir el control político en esa zona del país.

“Le pidió a Henry de Jesús Pérez y a Fidel Castaño que sacaran del camino a la izquierda de Segovia, municipio en el cual la mayoría de las personas apoyaban a la Unión Patriótica, para así tener el control político absoluto de su región”, aseguró el paramilitar.