Para el subdirector de Gobernanza de la Cámara de Comercio de Bogotá, Jorge Mario Díaz, resulta paradójico que se hable de la necesidad de integrar a la capital con la Región, cuando las normas van totalmente en contravía de los planteamientos.
Nadie desconoce las nuevas intenciones que contempla el proyecto de modificación del POT de Bogotá, pero todos se preguntan ¿cómo lograr los objetivos cuando no existen las condiciones normativas para hacerlo?
Precisamente esta fue una de las preguntas que abrió el panel sobre el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) en Bogotá, que se llevó a cabo durante la XLVII Asamblea de Afiliados de Camacol-Bogotá y Cundinamarca, en el que participó como moderador el magistrado del Consejo de Estado, Jaime Orlando Santofimio.
Una de las grandes preocupaciones del abogado urbanista de la firma Pinilla, González y Prieto, Juan Manuel González, es que el proyecto del POT no resuelve los problemas que tiene la ciudad y tampoco le apunta a las propuestas que se plantean. “Por ejemplo, no resuelve la conexión con Soacha, no soluciona los cierres financieros y, lo más grave, aísla la conexión hacia el norte y hacia el occidente”, dijo González quien fue uno de los panelistas invitados.
Por su parte, Jorge Mario Díaz Luengas dice que mientras haya limitaciones de tipo político, habrá implicaciones económicas. “Aunque hay motivaciones para crear una visión de largo plazo y un relacionamiento más integral con los municipios, falta un desarrollo normativo, por lo que se posponen muchas de las soluciones que se necesitan con urgencia”.
La gerente de Camacol B&C, Martha Moreno Mesa, celebró la posición del representante de la Alcaldía y recordó que el Gremio sigue dispuesto a buscar alternativas para lograr un trabajo mancomunado, que permita tener las reglas claras y las herramientas que permitan trabajar por el desarrollo de Bogotá.