Dicen en Medellín que Alonso Salazar se voltea más que un desvelado. Cuando vio que su amigo Sergio Fajardo no era capaz de elegirlo, se recostó en tres personas del círculo más estrecho del ex presidente Uribe: el senador Luis Guillermo Vélez, la primera dama Lina Moreno de Uribe y el asesor presidencial José Obdulio Gaviria. Una de las personas que puede dar testimonio directo de ello es el ex senador Gerardo Cañas, por aquella época precandidato conservador a la Gobernación de Antioquia.
Acuerdos clientelistas. Lina Moreno aceptó el reto de acompañar al candidato fajardista con la convicción de que sus declaraciones de amor a las ideas y realizaciones de Uribe eran sinceras. Luis Guillermo Vélez y José Obdulio le concretaron el apoyo oficial del Partido de La U contra la voluntad y el deseo de casi todos los dirigentes locales, entre ellos el senador Juan Carlos Vélez Uribe, quienes proponían apoyar un candidato propio. El hoy senador Germán Hoyos no se puso en debates programáticos, los acabó. Cuando vio que su jefe Luis Guillermo Vélez Trujillo había tomado una decisión definitiva, corrió a hacer acuerdos clientelistas con el candidato oficial Alonso Salazar.
Acuerdos con mal-guiso. J.J. Rendón era estratega oficial del Partido de La U y, en esa condición viajó a Medellín para asesorar a Salazar y su grupo más cercano. La primera sorpresa de Rendón fue ver que todos ellos seguían siendo Secretarios de despacho de Fajardo. La primera orden que dio fue que renunciaran de inmediato porque no se podía hacer política con funcionarios públicos. Rendón recuerda, entre otros asistentes, a Federico Restrepo, un doctor Melguizo, y Diego Corral, quien era el único que había sido capaz de retirarse de la nómina.
El estratega y la sorpresa. La campaña de Salazar, en la que participó Rendón en calidad de estratega nacional de La U, fue un éxito, porque quienes eligieron al alcalde fueron los seguidores de Uribe, no los de Fajardo. Tanto es así que la votación de Fajardo en Antioquia como candidato presidencial y luego candidato a la Vicepresidencia fue una verdadera sorpresa, pero por bajita.
El desmentido. Todo esto viene a colación porque ayer Alonso Salazar, en plan de jefe de debate de Aníbal Gaviria y empeñado en parar el apoyo de dirigentes uribistas a Luis Pérez, negó haberse reunido con Rendón y recibir su colaboración como estratega del Partido de La U. Salazar se ha dedicado a descalificar y a negar el amplio apoyo y audiencia que recibió del ex presidente Uribe hasta el 7 de agosto. ¡Cría cuervos…!