El ex campeón mundial de Fórmula 1 Michael Schumacher, hospitalizado desde hace tres meses en Grenoble (este de Francia) por un grave accidente de esquí, tiene "momentos de consciencia", según su portavoz, pero la incertidumpre persiste sobre su porvenir.
"Michael hace progresos. Muestra momentos de consciencia y de despertar". "Estamos a su lado durante este largo y difícil combate" y "seguimos confiando", escribió en un comunicado la portavoz del piloto alemán, Sabine Kehm.
El comunicado no da más detalles sobre la salud de Schumacher: "Es absolutamente necesario para respetar la intimidad de Michael y de su familia, y para dejar trabajar al equipo médico con total serenidad", explica la portavoz.
Kehm agradeció una vez más "todos los mensajes de simpatía recibidos de manera ininterrumpida".
El campeón de F1, de 45 años, chocó violentamente contra una roca el 29 de diciembre pasado cuando esquiaba junto con su hijo y un grupo de amigos en la estación de Meribel (Alpes franceses). Al ser hospitalizado sufría de lesiones craneanas "difusas y serias".
Tras ser puesto en coma artificial, los médicos iniciaron el 30 de enero una fase de despertar, que consiste en disminuir progresivamente los sedantes administrados, un proceso muy largo. No está previsto desplazar a Schumacher del hospital de Grenoble en un futuro próximo.
El 17 de febrero, la justicia francesa archivó la investigación sobre su accidente, descartando cualquier responsabilidad de terceros. No obstante, la familia de Schumacher tiene la posibilidad de recurrir a instancias judiciales en lo civil.
- Información con cuentagotas -
Los allegados del siete veces campeón del mundo informan con cuentagotas sobre su estado de salud, a través de los comunicados lacónicos de Sabine Kehm, en los que a menudo se desmienten informaciones de la prensa europea, y en los que se pide a los periodistas que se atengan a las informaciones dadas por la familia o por el equipo médico del hospital de Grenoble.
El último rumor, esta semana, daba cuenta de trabajos iniciados en la residencia suiza de los Schumacher, en Gland, para preparar una habitación medicalizada con vistas a una próxima salida del hospital. Paralelamente, un exmédico delegado en los grandes premios de F1 se declaró una vez más pesimista respecto al futuro de Schumacher.
"Seguimos confiando en que Michael va a superar esta etapa y a despertarse. Hay a veces pequeños signos alentadores. Pero sabemos también que tendremos que ser pacientes", había indicado el 12 de marzo la familia del campeón.
El 30 de enero, al anunciarse que Schumacher estaba en fase de despertar, un anestesista-reanimador del hospital de Bicêtre (cerca de París) estimó que en casos de salida de coma artificial, en general y no en el caso específico del deportista, "el camino puede ser muy largo".
"Hemos visto pacientes mejorar entre un año y tres años después del accidente", pero tres meses después de un accidente "se tiene ya una idea bastante acertada de lo que puede esperarse en el futuro", dijo.