El expresidente francés Nicolas Sarkozy compareció antes varios jueces de París que investigan la financiación de su campaña presidencial de 2012, un caso que en el que podría ser inculpado, indicó un fotógrafo de la AFP en el lugar.
Tras la audición, la justicia otorgó al exjefe del Estado (2007-2012) el estatuto de "testigo asistido", intermedio entre el de testigo y el de imputado.
Los jueces investigan un presunto caso de facturas falsas que habrían servido para esconder el hecho de que los gastos de campaña superaron el máximo legal de 22,5 millones de euros.
Las facturas de Bygmalion, el nombre de la empresa que organizaba los mitines de la campaña, tenían el objetivo de atribuir al partido UMP (hoy llamado Los Republicanos) cerca de 18,5 millones de euros de gastos electorales que en realidad tendrían que haberse contabilizado en la campaña de Sarkozy.
Varios dirigentes de Bygmalion, su contable así como algunos exresponsables del UMP reconocieron la existencia del fraude pero ninguno de ello implicó directamente a Sarkozy.
La investigación ha demostrado que Sarkozy reclamó y obtuvo en marzo de 2012 más financiación para su campaña a pesar de que según su director de campaña, Guillaume Lambert, estaba al corriente de una nota del contable que advertía del riesgo de rebasar el máximo legal.
En septiembre de 2015 Sarkozy ya compareció ante la justicia y señaló como responsable de las facturas falsas al entonces presidente del partido Jean-François Copé, que no ha sido inculpado.
Desde entonces los jueces han ampliado su investigación y están comprobando la existencia de una partida "presidencial" en el presupuesto del partido en 2012, con gastos reales de 13,5 millones de euros a pesar de que en las cuentas oficiales de campaña sólo aparecían tres millones.
Hasta ahora la justicia ha inculpado a trece exresponsables del UMP, de la campaña presidencial y de Bygmalion.