Más alla de la foto que se tomen hoy los presidentes Juan Manuel Santos y Nicolás Maduro ¿qué le espera al país en el tema diplomático?
Tras la crisis generada por la visita a Colombia del dirigente opositor venezolano Henrique Capriles, los observadores coinciden en que a los dos jefes de Estado les conviene que prosiga el proceso de paz y no romper las relaciones definitivas, aunque como lo dijo hace poco la canciller María Ángela Holguín las relaciones con Venezuela están un poco frías y que así seguirán.
Académicos
El investigador Andrés Molano le manifestó a EL NUEVO SIGLO que él no se hace muchas expectativas con el encuentro previsto para hoy en Ayacucho.
Para él “la mejor definición de la relación entre Colombia y Venezuela la dio la canciller. Se trata de una relación que esta fría”.
Molano señaló que es un encuentro simbólico para confirmar el estado en el que se encuentra la relación, “pero yo no esperaría grandes anuncios ni nada extraordinario. Ahora, habrá que ver toda la agenda que tenga la reunión”.
Sobre el posible nombramiento del embajador de Colombia en Venezuela, Molano anotó que es indispensable que haya una persona de altura y con el sentido estratégico de la misión diplomática en Caracas.
“Es importante que la persona que se nombre tenga una capacidad de reacción rápida en los momentos de crisis”, consideró.
En el mismo sentido se pronunció el analista Vicente Torrijos, para quien de este encuentro el país no puede esperar absolutamente nada, aparte de un intercambio de abrazos y saludos.
Torrijos recalcó que el objetivo es que “el proceso de paz continúe”, pero ocultando la verdad que es que “las relaciones de fondo están supremamente perturbadas y están marcadas por el antagonismo de dos modelos que son totalmente distintos: el liberal representativo y el marxista chavista”.
Según Torrijos, a los dos mandatarios les interesa que los integrantes de la guerrilla de las Farc se reinserten, porque de esa manera la revolución bolivariana se propagaría y Maduro podría exhibir eso como un gran logro en la historia.
“Más allá de ese factor coyuntural no hay nada nuevo. Y todos los convenios, por ejemplo en el tema de la seguridad, han sido estériles. En materia comercial, el tema de pagos es absolutamente estéril. Todo es un juego de superficialidad”.
A Santos, consideró Torrijos, lo que le conviene es que ante la opinión pública se diga que los resquemores se han superado satisfactoriamente. Pero, agregó, “el presidente Santos se debe definir si se convierte en el mejor aliado de un régimen dictatorial”.
Ronald Rodríguez, investigador de la Universidad del Rosario, resaltó que la dinámica de la relación entre los dos países es muy diferente a la que se tuvo entre Uribe y Chávez.
En este orden de ideas, Rodríguez recordó que Santos es catalogado como socialdemócrata moderado y Maduro un radical de izquierda, pero pragmático.
“A diferencia de Hugo Chávez, que dejaba guiar y orientar por acervos ideológicos, Nicolás Maduro sabe que en función de los intereses de Venezuela es necesario mantener una relación mucho más pragmática para lograr puntos importantes en lo que tiene que ver con la relación bilateral”, expresó.
Para Rodríguez, tanto Colombia como Venezuela están afrontando una serie de particularidades. Colombia tiene un problema muy serio en la zona fronteriza con el crecimiento de las bandas criminales, para lo que se requiere una articulación entre los dos países. “Si no se logra hacer una coordinación organizada, el problema se le puede salir de las manos a Colombia”, anotó.
De acuerdo con Rodríguez, muy seguramente los dos mandatarios buscarán generar puntos de acuerdo para superar los temas de seguridad en las fronteras, resaltando que la relación entre los dos jefes de Estado es más fluida en lo político y distante en lo personal.
“Ellos saben que jugando juntos pueden lograr muchas más cosas que enfrentándose. Y Venezuela tiene interés de seguir en el proceso de paz”, dijo.
Por su lado, Walter Arévalo, otro conocedor de los temas internacionales, consideró que más que tener un resultado concreto, lo que se pretende es que sea un reactivador de las relaciones.
Arévalo recalcó que la agenda será variada si se tiene en cuenta que las relaciones han estado muy frías después de la visita de Capriles.
“Lo más importante que pueden esperar es que se comiencen a reactivar unas relaciones que han estado enfriadas como bien lo dijo la canciller. Esta será la ocasión para refrendar el apoyo de Venezuela al proceso de paz y sobre todo para reactivar una agenda”, anotó.
Para el excanciller Rodrigo Pardo, de la reunión no se puede esperar nada concreto, ya que será un encuentro protocolario.
“Básicamente es lo que se necesita para restablecer cierta normalidad después de lo que causó el encuentro entre el presidente Santos con Henrique Capriles. Entonces es algo de una formalidad necesaria para volver el punto en el que estábamos antes de eso. Y no creo que se pueda lograr muchas cosas”, dijo.
Con relación al tema del embajador, Pardo recalcó que la persona que se nombre en Caracas debe continuar el proceso de normalización de las relaciones comerciales.
Políticos
El presidente del Senado, Juan Fernando Cristo, del Partido Liberal, señaló que él espera que se retome el buen clima que había hasta hace pocos meses y que se pueda “seguir con una agenda ambiciosa y muy benéfica para las personas de ambas fronteras”.
Cristo sostuvo que el papel del nuevo embajador de Colombia en Venezuela debe ser la del fortalecimiento de la relación comercial y ayudar a aclimatar el proceso de paz en La Habana.
Entre tanto el senador vallecaucano Roy Barreras, del Partido Social de Unidad Nacional (La U), consideró que los presidentes de Colombia y Venezuela deben mantener una relación fluida que permita que el proceso de paz avance con el respaldo de Venezuela.
“Espero que toda la agenda comercial, social y las zonas de frontera puedan seguir mejorando, porque allí hay muchas dificultades para los colombianos. Que se reúnan los presidentes y superen los equívocos que se generaron hace algunas semanas”, afirmó.
Barreras señaló que una de las embajadas más importantes en esta coyuntura es la de Caracas y su prioridad tiene que ser la de dedicarse a solucionar los problemas de los colombianos en los temas comerciales y sociales que los ciudadanos que viven en el país vecino.
El representante por Boyacá, Carlos Andrés Amaya, del Partido Verde, anotó que con el encuentro entre mandatarios se espera una reactivación de las relaciones internacionales con el país vecino que ha estado estancado.
“Esperamos que los lazos de amistad se puedan fortalecer cada vez más y que ese ruido causado por la presencia del Henrique Capriles se pueda solucionar y superar todas las dificultades”, dijo Amaya.
Carlos Barriga, senador nortesantandereano del Partido Conservador, manifestó que la reunión se estaba esperando desde hace unos meses, desde que se posesionó el presidente Maduro.
El encuentro, consideró, “sirve para mejorar la relación entre los dos países y se espera que las sospechas que ha tenido Venezuela en relación con Colombia, sean superadas por medio de este encuentro de presidentes”.
Barriga agregó que también se cree que servirá para mejorar las relaciones comerciales que hoy están al 25 por ciento de lo que realmente se había avanzado en el 2008, donde se exportaba más de 6 millones de dólares, “hoy se están cercanos a los 2.600 millones de dólares”.
El congresista aclaró que la esperanza de todos es que se recompongan las relaciones comerciales y diplomáticas y así generar empleo y desarrollo.
El senador vallecaucano de Cambio Radical, Carlos Fernando Motoa, anotó que con el encuentro lo que se marcará es la hoja de ruta de una relación bilateral de cordialidad mutua.
“Ya sabemos cuál es la actitud del Gobierno de Venezuela: suelen ser impulsivos en algunos comentarios y actitudes”, comentó.
Motoa anotó que por el bien del comercio bilateral con la reunión del lunes se debe recomponer la hermandad de los pueblos.
“Por supuesto que hay unos temas críticos que tendrán que tocarse y esperamos que haya colaboración como en algunos casos, como es la presencia de delincuentes en la zona de frontera”, dijo.