En la incesante arremetida del mandatario venezolano, Nicolás Maduro,  contra el presidente Juan Manuel Santos, en un acto público hoy lo tildó de “vasallo” de Estados Unidos y reiteró que hace parte del complot que ese país, junto a México, tienen contra su nación y específicamente contra la Constituyente convocada por él que se cumplirá este domingo.

Tan solo dos días después de que lo calificara de “sanguijuela traidora”, otro de los calificativos ofensivos que ha usado en el último mes,   Maduro acusó a Santos de ser un vasallo del gobierno Trump.

“El vasallo Juan Manuel Santos, de rodillas, ha dado la orden de que se suspenda la Constituyente y, desde México, donde hay un gobierno desprestigiado y asesino como el de Enrique Peña Nieto, quien haciendo una reverencia a Trump ha dado también la orden de que suspendamos la Constituyente”, dijo el presidente venezolano en un acto público hoy.

En su discurso, el gobernante socialista reiteró que la Constituyente no tiene marcha atrás, pese a las presiones de la oposición y de la comunidad internacional a la cabeza de Estados Unidos, que el miércoles sancionó a 13 funcionarios y excolaboradores de su gobierno.

"Su majestad el emperador Donald Trump ha dado la orden de que suspendamos la Constituyente (...) y le digo al emperador Donald Trump que el pueblo manda en Venezuela y que el domingo 30 de julio la Constituyente sí va", expresó Maduro. 

"¡Se pueden ir al carajo, oligarcas e imperialistas!", exclamó entre ovaciones, atacando en particular al presidente de México, Enrique Peña Nieto, a cuyo gobierno llamó "asesino",

Como se recordará, en el último mes el presidente de Venezuela ha escalado su ofensiva de insultos contra su anterior “nuevo mejor amigo”, el presidente Santos a quien también lo ha llamado entrometido,  fracasado, le ha pedido “hincarse para recibir mi bendición, porque Santos, yo soy tu padre” y lo ha acusado de “producir droga y exportarla” a su país.

La arremetida de Maduro obedece a los llamados que el presidente colombiano le ha hecho, al gobierno venezolano y la oposición para buscar, a través del diálogo, una salida pacífica y democrática a la crisis. En ese sentido, también manifestó en una ocasión que no era momento para una Constituyente y que ofrecía su mediación para buscar un entendimiento político en Venezuela.

A todos los insultos de Maduro, el presidente Santos se ha negado a responder porque considera que ello obedece a una estrategia de su homólogo para desviar la atención de la grave situación que vive su país.