El Presidente, Juan Manuel Santos, sancionó la Ley de Convivencia Escolar, con la cual se combatirá la violencia en el ámbito de la educación, que ocasiona la deserción.
“No vamos a permitir, ¡no podemos permitir!, que nuestros niños sigan aprendiendo o siendo víctimas de la violencia en sus aulas de clase, en la ruta escolar o en las canchas deportivas”, expresó el Jefe de Estado, quien también se reunió en la Casa de Nariño con 100 secretarios de Educación del país.
Señaló que la deserción escolar corta de tajo las oportunidades a los niños y jóvenes, ya que algunos abandonan sus estudios porque el ambiente en sus aulas de clase se vuelve conflictivo y difícil, y en muchos casos “muchas niñas y adolescentes cuelgan sus uniformes y guardan sus cuadernos, para siempre, porque quedan embarazadas siendo menores de edad”.
Indicó que “el primer problema, el matoneo, es un asunto que no da espera porque contamina a nuestra sociedad –desde la infancia– y nos impide formar los colombianos que este país necesita”.
Citó el caso de Juan Sebastián, un niño de 8 años, que estudiaba primero de primaria en Funza, Cundinamarca, y se cambió sorpresivamente de colegio, porque fue golpeado por otros niños durante el recreo.
“Los médicos tuvieron que incapacitarlo por siete días para que se recuperara de las contusiones que sus compañeros le ocasionaron por no darles la comida de su lonchera”, comentó.
Santos Calderón sostuvo que la violencia en los colegios les enseña a los niños una escala de valores equivocada.
Afirmó que, sin embargo, “la solución, afortunadamente, está en nuestras manos”.
“Por eso hoy sancionamos, con la presencia de los secretarios de educación del país, la Ley de Convivencia Escolar, para cambiar esta realidad”.
Explicó que “con la Ley de Convivencia Escolar vamos a escribir –entre todos– una historia diferente sobre la educación en Colombia, y por eso vamos a firmar los pactos de convivencia hoy entre las secretarías de Educación, las universidades, los docentes, rectores, estudiantes, familiares y asociaciones estudiantiles”.
Así mismo, confió en que estos acuerdos sirvan para no olvidar que la buena convivencia escolar se debe garantizar entre todos.
“Porque el que nuestros niños no sean ni agredidos ni agresores depende de nosotros.
Y el que nuestras niñas y adolescentes entiendan y ejerzan sus derechos sexuales y reproductivos también depende de nosotros”, agregó.