Sin anuncios concretos de proyectos de ley ni sorpresivos pronunciamientos políticos, el presidente Juan Manuel Santos instaló ayer la tercera legislatura del Congreso en su segundo mandato.
Como estaba presupuestado, el énfasis del discurso presidencial estuvo centrado en el tema de la paz, aunque hizo referencia a las leyes y reformas constitucionales aprobadas durante sus años de gobierno en materia económica, social, institucional, política y de otra índole.
El jefe de Estado no solo resaltó la tarea del Senado y la Cámara en la aprobación de los proyectos sobre la paz, sino que se refirió a la campaña por el plebiscito especial de paz que tuvo esta semana su principal banderazo, luego de que la Corte Constitucional le diera el aval a la respectiva ley aprobatoria, en especial al umbral de aprobación de 13 por ciento, lo que significa que para que el “Sí” gane en las urnas debe sumar, como mínimo, 4,5 millones de votos y que el “No” tenga menos apoyos en las urnas.
El primer mandatario agradeció a los parlamentarios el apoyo de la ley estatutaria que convoca ese plebiscito y se adentró luego en la campaña como tal, incluyendo un mensaje tácito que todos los presentes y analistas obviamente consideraron dirigido a la oposición uribista.
“No les digo que hagan campaña por el Sí o por el No -ya saben muy bien que el Sí está en mi corazón y en el de millones de colombianos-… Pero sí les puedo pedir a todos -sin excepción- que promuevan un debate de altura y con ideas, con argumentos y no medias verdades, con realidades y no con mitos, para que los colombianos, libremente –¡libremente!–, definan su futuro”, sostuvo Santos.
Dijo que “la conjunción del Gobierno, del Congreso, de la Corte Constitucional y del voto ciudadano dotará a los acuerdos que pongan fin al conflicto de la máxima legitimidad”.
El presidente recalcó que “como gobernante, tengo la plena certidumbre sobre la seriedad, la responsabilidad y la prudencia con que se llevaron a cabo las negociaciones, y por eso confío en que los colombianos darán vía libre a este camino hacia la paz”.
Luego insistió en que los congresistas “como representantes de sus regiones y de sus partidos, deben ser los primeros en promover este mecanismo de participación popular”.
En otro aparte del discurso volvió a traer a colación el plebiscito. “Gracias, muchas gracias, a nuestro Congreso, y gracias a nuestras cortes y a nuestras instituciones, y gracias a los ciudadanos que voten Sí en el plebiscito… porque todos están llevando a nuestra patria a contemplar un nuevo amanecer”, sostuvo.
También recalcó que “la paz no es mía. La paz no es de mi gobierno. ¡Cómo va a serlo! La paz es demasiado grande para tener dueño. La paz es el anhelo y será la realidad de más de 48 millones de colombianos”.
Congreso del posconflicto
Frente a las tareas que le corresponden al Congreso en esta nueva legislatura, el Jefe de Estado recalcó que así como dos años atrás había indicado, en el inicio de su segundo mandato, que este sería el Congreso de la paz, ahora debía ser el del posconflicto.
Tras reiterar que “este Congreso le ha cumplido al país, y sé que le seguirá cumpliendo”, el Jefe de Estado dijo que “en la legislatura que comienza ustedes tendrán el reto de aprobar las leyes y reformas que se requieran para implementar los acuerdos de paz, reformas todas que son benéficas para Colombia, y que tendríamos que acometer tarde o temprano”.
“En otras palabras, les llegó el momento de completar su misión: Porque este Congreso de la Paz ¡será ahora el Congreso del Posconflicto!”
“Nos acostumbramos a la guerra”
Tras resaltar la importancia del acuerdo sobre cese el fuego y de hostilidades así como del cronograma de desarme de las Farc, que será vigilado por la ONU, el Jefe de Estado hizo un homenaje de gratitud y admiración a las Fuerzas Militares y a nuestra Policía Nacional.
A renglón seguido hizo alusión al tradicional desfile militar del Día de la Independencia que había presidido horas antes en el centro de la capital del país.
“Esta mañana presenciamos –emocionados– el desfile de nuestras Fuerzas Armadas en homenaje a nuestra independencia, y tuvo un significado muy especial. Porque no fue un desfile cualquiera: ¡este fue el desfile de la victoria! Porque la paz es la victoria”, dijo Santos. De inmediato la plenaria del Congreso se levantó y aplaudió por varios minutos a los Fuerza Pública, representada en los altos mandos presentes en el salón Elíptico, del Capitolio Nacional.
En la parte final de su discurso, dijo que “… No nos quedemos anclados en el odio o en el miedo. No nos quedemos enterrados en el pasado”, sostuvo, agregando que el de ayer podía ser “el último 20 de julio que tengamos que conmemorar en un país en guerra. ¡De todos nosotros depende que así sea! Por eso –con toda la fuerza de mi corazón– los invito a que digamos –convencidos– Adiós a la guerra, ¡Sí a la paz!”, concluyó el Jefe de Estado, tras lo cual la mayoría de los congresistas se levantó de sus sillas exhibiendo afiches de la campaña “#Síalapaz” que impulsa el Gobierno desde hace varias semanas.
Entre tanto, la bancada del Centro Democrático permaneció inmóvil durante todo el discurso presidencial y aplaudió solo en el momento en que se reconoció la labor de las Fuerzas Militares y de Policía.
Lo que sí exhibieron fueron pancartas en las que se veía una bandera de Colombia con una cinta negra atravesada.
Precisamente esa simbología fue la que provocó que horas antes una polémica entre sectores gobiernistas y de la oposición.
Críticas de Velasco
En un enérgico discurso, el senador Luis Fernando Velasco, al cerrar su gestión como presidente del Congreso, sostuvo que la Corte Constitucional con el fallo del Tribunal de Aforados lo que hizo fue notificarle al legislativo que no podía hacer reformas, “le notificó al Congreso que su poder constituyente derivado, nacido de ser representantes legítimos del pueblo y por este pueblo elegidos, no le alcanzaba para hacer las reformas inaplazables que la administración de justicia en este país necesita”. Agregó que “no existe ninguna razón que nos haga creer que los derechos serán mejor protegidos por un juez que por un legislador. Los debates en el Congreso son pluralistas, democráticos e incluyentes”.
Se refirió al proceso de campaña por el plebiscito por la paz y sobre el particular expresó que, “quienes defenderemos el SÍ, puede estar seguro el país, no somos un grupo de apátridas que queremos el fin de la democracia y la entrega del mismo a un sistema sin valores o a un pretendido castro-chavismo, pero también debe tener claro el país que hay ciudadanos con liderazgo y compromiso patrio que saldrán a presentar objeciones a estos acuerdos y ellos tampoco son unos mercaderes de la muerte que solo quieren que se prolongue la guerra y la desolación de nuestra Colombia”.
Directivas del Congreso
Tal como se preveía, en la presidencia del Senado quedó Mauricio Lizcano, del Partido Social de Unidad Nacional (La U), en la vicepresidencia a Daira Galvis, de Cambio Radical, y en la segunda vicepresidencia a Iván Name, de la Alianza Verde. Como secretario general se confirmó a Gregorio Eljach.
Mientras tanto, en la Cámara de Representantes, fue nombrado el representante Miguel Ángel Pinto, del Partido Liberal. El primer vicepresidente será Jaime Armando Yepes, de La U. En la segunda vicepresidencia se eligió a la congresista de Opción Ciudadana, María Eugenia Triana. Como secretario general, se reeligió a Jorge Humberto Mantilla. La directora Administrativa será Carolina Carrillo.