El presidente Juan Manuel Santos afirmó que "no se dejará presionar" para ceder en las negociaciones con la guerrilla Farc en La Habana, en el marco de un paro campesino que completa ya seis días.

"Este presidente de la república por ninguna circunstancia se va dejar presionar para hacer concesiones ni aquí, ni en La Habana, por personas que (...) quieren movilizarse, protestar o causar daños (...) para obtener resultados", aseguró el mandatario desde la ciudad de Montería (norte).

Las protestas, que ya dejan 62 heridos y 26 detenidos según el último balance oficial, buscan obtener mayores ayudas para el sector agrario.

Los campesinos pretenden mostrar su inconformidad con los tratados de libre comercio (TLC) firmados por Colombia con Estados Unidos y la Unión Europea, y el supuesto incumplimiento de los puntos acordados en septiembre pasado tras semanas de protestas que dejaron varios muertos y decenas de heridos.

Para el gobierno, sin embargo, se trata de manifestaciones con intereses electorales, a menos de un mes de los comicios presidenciales en los que el mandatario actual aspira a la reelección.

"Bienvenida la protesta, bienvenidas las movilizaciones, pero la fuerza pública tiene muy claro que cuando se exceden, (...) está en la obligación de actuar", añadió el gobernante.

Las conversaciones entre los manifestantes y el gobierno, suspendidas desde el miércoles, se retomarán el próximo domingo, según acordaron el ministro de Agricultura, Rubén Darío Lizarralde, y el líder agrario César Pachón.

El gobierno colombiano y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas) adelantan desde noviembre de 2012 conversaciones de paz en La Habana.

El primer punto de acuerdo entre las partes fue justamente el de desarrollo rural, aunque los diálogos avanzan en confidencialidad. Las pláticas también han resultado en acuerdos respecto a participación política. El actual debate es ahora el de cultivos ilícitos.