El presidente Juan Manuel Santos inicia el martes una visita de Estado al Reino Unido que incluirá un desplazamiento a Irlanda del Norte, donde, a diferencia de Colombia, el acuerdo de paz fue ampliamente refrendado.
Un 71,1% de los norirlandeses aprobaron en 1998 los Acuerdos de Viernes Santo que pusieron fin a 30 años de violencia entre católicos leales a Irlanda y protestantes fieles a Gran Bretaña.
La paz es frágil, pero se mantiene, y Santos irá a Belfast el jueves para reunirse con ciudadanos, autoridades y empresarios cuya experiencia puede darle alguna idea para desencallar su proceso de reconciliación con las FARC, que le ha valido el premio Nobel de la Paz, pero no la tranquilidad política.
Hace apenas un mes, Santos expresaba en la BBC su total confianza en que los colombianos aprobarían el acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el referéndum del 2 de octubre -"conozco muy bien a mis compatriotas", afirmaba. Sin embargo, ganó el "no" por un estrecho margen (50,21%).
En una entrevista divulgada el domingo por el dominical británico Observer, Santos afirmó que espera un nuevo pacto con las FARC "antes de Navidad" para evitar que el proceso "estalle".
El viaje "agrava la percepción de que su interés es quedar bien afuera", dijo a la AFP la analista Angelika Rettberg, doctora en ciencias políticas y directora de la maestría de Construcción de Paz de la Universidad colombiana de los Andes.
La visita "no le sirve mucho para resolver la crisis doméstica", añadió la profesora. Según ella, en este momento Santos debe arbitrar las concesiones "legales y políticas" que se otorgarán a los ganadores y perdedores del plebiscito y "eso no pasa por la posición o respeto que tenga el presidente en el exterior".
El conflicto norirlandés dejó cerca de 3.600 muertos, mientras el colombiano causó más de 260.000 y 6,9 millones de desplazados.
Dos arquitectos de la reconciliación en Irlanda del Norte, el protestante David Trimble, dirigente del Partido Unionista del Úlster, y el líder católico nacionalista John Hume, también fueron galardonados con el Nobel de la Paz, en octubre de 1998.
El presidente Santos vivió en su juventud en Londres. Una noche, cuando paseaba por la famosa zona de Piccadilly, la onda expansiva de una bomba colocada por el IRA (Ejército Republicano Irlandés) lo lanzó al suelo.
- Salvas de cañón, viaje en carroza con la reina y banquete en Buckingham -
La visita del presidente colombiano al Reino Unido tiene rango de Estado, el más alto, lo que significa que él y su esposa, María Clemencia Rodríguez de Santos, serán invitados de la reina Isabel II y se alojarán en el palacio de Buckingham.
Generalmente, la reina recibe a dos jefes de Estado al año, pero en esta ocasión, y coincidiendo con el 90º cumpleaños de Isabel II, Santos será el único, porque el rey Felipe VI de España tuvo que cancelar la suya para atender la situación política en su país.
Santos es el primer presidente colombiano en realizar una visita de Estado y el noveno latinoamericano. Desde que Isabel II accedió al trono en 1952, ha recibido a tres presidentes brasileños, cuatro mexicanos y uno chileno.
La visita es un despliegue de lo más vistoso del protocolo real británico. La reina y su invitado llegan al palacio de Buckingham en carroza -tirada por caballos grises, los únicos que pueden tirar a un monarca inglés desde que Jorge I importó caballos de este color de la raza Hannover- por una gran avenida, el Mall, que estará engalanada con banderas colombianas y británicas.
Isabel II ofrecerá el martes por la noche un banquete a su huésped al que asistirán 171 invitados, y para el que se usarán 4.000 cubiertos de plata, 1.000 copas y vasos, y que exige tres días de preparativos sólo para poner la mesa. Todo se lava a mano, luego.
Sin embargo, y aludiendo en especial a su paso por Belfast, el embajador colombiano en Londres, Néstor Osorio Londoño, dijo a la prensa que "esto no es un paseo, es una visita importante de contenido sustantivo".
En estas visitas de Estado se invitan a "socios estratégicos", destacó la canciller María Ángela Holguín, y dijo que Colombia agradece y valora este gesto. "Esto es la reiteración de Gran Bretaña de que quiere ayudar a Colombia en el posconflicto", apuntó.