“Somos optimistas de que si seguimos como vamos, vamos a lograr, ojalá, la paz en este país, Dios quiera, antes de finalizar el año, si las cosas se dan como queremos que se den”.
Así reiteró ayer el presidente Juan Manuel Santos su confianza en que antes del fin de este año su gobierno logre un acuerdo de paz con las Farc.
"Es un proceso de paz que tiene al mundo entero pendiente", dijo Santos, tras asegurar que las negociaciones que se realizan en Cuba han recibido "manifestaciones de apoyo" de parte de Europa, Asia, China y Rusia, según detalló un una declaración la Casa de Nariño.
El proceso, dijo, “va marchando en la dirección correcta” y “sigue avanzando”.
El gobierno de Santos y las Farc negocian desde noviembre una agenda concertada de cinco puntos: desarrollo agrario, participación política, drogas ilícitas, abandono de las armas y reparación a las víctimas.
Los negociadores aún discuten el primer punto, aunque ambas partes han reconocido importantes avances en ese tema, pero sin entregar detalles.
Santos les agradeció a los partidos integrantes de la mesa de Unidad por el apoyo reiterado al proceso de paz, considerándolo “un apoyo muy importante en este momento”.
“Eso demuestra una vez más la gobernabilidad que tenemos en Colombia, gracias a Dios; una gobernabilidad que nos ha permitido avanzar en la forma como hemos venido avanzando en los últimos años”, precisó.
Narcotráfico
Las declaraciones de Santos se dieron después de una dura réplica del ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, a la advertencia de las Farc en torno a que esa organización no es narcotraficante.
Pinzón, indicó que era “ridículo” dudar de que la guerrilla no esté involucrada en el tráfico de estupefacientes.
Toda la polémica se deriva de un operativo el fin de semana pasado durante el cual la Fuerza Pública destruyó un laboratorio de producción de cocaína del frente 60 de esa organización subversiva, en donde fueron incautadas 4 toneladas de clorhidrato de cocaína y 2 toneladas de hoja de coca picada.
Los voceros subversivos en la mesa de negociación de paz, en La Habana, negaron que ese cargamento tuviera que ver con las Farc e incluso indicaron que éstas eran una organización político-militar que no tenía nada que ver con el narcotráfico.
“Frente al tema si las Farc tienen nexos o no con el narcotráfico es ridículo dudarlo, porque a esta gente todo el tiempo se le ha comprobado y demostrado sus nexos con esa actividad ilícita. Se le ha incautado computadores donde se detecta cómo negocian y se ha establecido que son socios de otros carteles y de bandas criminales dedicadas al narcotráfico”, aseguró Pinzón antes de participar en un foro internacional de seguridad, en el hotel Marriot, de Bogotá.
Pinzón también calificó como “fantasioso” un presunto ‘parte de guerra’ de la guerrilla en donde afirmaban que diez soldados habrían muerto al caer en un campo minado en Cauca.
De otro lado, Pinzón advirtió que las zonas de reserva campesina son instrumentos políticos que existen desde hace muchos años y que se respetan por su incidencia social, pero que en ningún caso se aceptará que sean infiltradas por organizaciones terroristas para afectar la estabilidad del país.
Como se sabe, las Farc quieren que más de nueve millones de hectáreas se dediquen a esta tipo de zonas, pero piden que, además, tengan autonomía y que se restrinja la entrada de la Fuerza Pública, algo que el Gobierno ha rechazado enfáticamente tanto en la Mesa de Negociación en La Habana como en Bogotá.
Por último, el ministro de Defensa aseveró que los únicos enemigos de la paz son quienes asesinan a colombianos o lanzan bombas en zonas donde juegan los niños./AFP y ENS