Los hinchas están tristes y no es para menos, pues Independiente Santa Fe, que en el primer semestre los puso a sonreír, tras ganar la Liga Postobón I, es ahora uno más, es un equipo sin alma, sin identidad táctica, sin propuesta y sin gol, tanto así que ha falta de 90 minutos para conocerse los ocho clubes que disputarán la corona de la Liga Postobón II, los rojiblancos están eliminados y serán juez en la intención que tiene el Chicó de figurar en el grupo de los consagrados, lo cual es una vergüenza.
Buscando las causas del porqué el campeón se rajó, una de ellas es que el equipo se relajó, que las lesiones interfirieron en el rendimiento, que el conjunto no tuvo brújula y que los delanteros tuvieron la pólvora mojada.
En pocas palabras, al entrenador Wilson Gutiérrez se le salió el equipo de las manos, no tuvo alternativas para enderezar las cargas sobre la marcha. En su afán de encontrar la nómina ideal quiso improvisar jugadores y cuando se dio cuenta, se convenció que el argentino Omar Sebastián Pérez, a quien las lesiones le contaron su nivel, es el volante que mueve los hilos del ‘expreso rojo’, que Edwin Cardona, en quien se tenía fincas esperanzas de relevar a Pérez no dio la talla… se dedicó más a hacerse expulsar, que ha producir para la institución, y como se fuera poco Gerardo Bedoya acabo de debilitar la mitad del terreno con su irresponsable juego violento.
Santa Fe se desvaneció de forma increíble, cuando su público esperaba que dejara atrás el cuento de que los campeones suben como palma y caen como cocos. Los rojiblancos, fueron inferiores a su responsabilidad en el Torneo Finalización y los cambios serán extremos para el 2013, año en el que tendrán Copa Libertadores y no podrán hacer el oso, en juego está el nombre del fútbol colombiano. Eso lo deberá tener bien claro el presidente del club César Pastrana, quien hizo miñona en los primeros seis meses de la temporada: niveló las finanzas y llevó la escuadra a dar la vuelta olímpica, en un hecho histórico, desde hacía 37 años no eran los número uno, pero la respuesta es débil como defensores del cetro, situación que no solo llama a la reflexión, sino a cambios inmediatos, con el fin de motivar a los hinchas, a quienes las alegrías se les convirtieron en amarguras y hasta en burlas de sus rivales.
Desde ya se dice que el próximo lunes se conocerá el nombre de los jugadores que dejarán el club. Germán Centurión, Gerardo Bedoya, Edwin Cardona, Daniel Torres, Yulián Anchico y Diego Aroldo Cabrera, comandarían la lista de los que se van, algunos porque cumplieron su ciclo en el equipo rojo, otros porque están en préstamo y los demás porque no respondieron a las expectativas.
La idea, es contratar refuerzos de postín y darles la oportunidad a jugadores del semillero, a quienes les han dado minutos y que esperan que les den confianza, para demostrar que están capacitados en todos los aspectos para defender la camiseta rojiblanca. César Pastrana, quien busca entre cuatro o cinco refuerzos, es un convencido de que en las divisiones inferiores hay futbolistas de categoría, a quienes el técnico Gutiérrez, que seguirá al frente del proceso, deberá ascender, no como ‘comodines’, sino como elementos que le serán útiles al equipo, que no tiene demasiado dinero para invertir en contrataciones y tiene que echar mano de los sardinos, que interpretan a lo que juega el equipo, por lo que se adaptarán rápido a lo que se requiere para ser ganadores durante el 2013.
El adiós prematuro del campeonato, le significa a Santa Fe el dejar de percibir, no menos de 2.500 millones de pesos, por taquillas. “Es un déficit grande, que afectará la caja en el balance final”, según allegados al conjunto, quienes les piden a los aficionados, que no bajen la guardia, que el año entrante será más productivo en lo deportivo y que para ello llegarán jugadores de gran cartel, entre ellos el defensa Carlos Valdés y el lateral izquierdo Marino García.
Pastrana recibirá la próxima semana el informe de Wilson Gutiérrez, pero desde ya se habla de que contrataran un volante de armado más, uno o dos volantes de marca, al igual que dos delanteros, entre ellos un goleador-goleador, que le ayude a Cristián Martínez Borja a desequilibrar las defensas adversarias. “El mediocampista está definido y no se dará a conocer su nombre mientras no se concrete la negociación. Lo mismo pasa con un delantero, que tiene un pie en Santa Fe”, agregan quienes les siguen la huella al club capitalino, que tendrá que aprender demasiado de lo que hacen Millonarios y Santa Fe, que son una tromba en el remate del año.