Santa Democracia | El Nuevo Siglo
Lunes, 12 de Septiembre de 2011

Los colombianos nos ufanamos  de haber tenido instituciones democráticas en 192 años de vida independiente. Realmente, salvo tres casos en el siglo XIX y uno en la pasada centuria 20 (gobierno de Gustavo Rojas Pinilla) nuestras autoridades y su poder han sido originada en las urnas por el voto popular. Para las elecciones regionales y locales del 30 de octubre próximo están inscritos 224 partidos y movimientos con 378.000 nombres a estudio de los votantes. Las citadas cifras inducen a reflexionar si en verdad han tenido efecto práctico las normas destinadas a frenar el exceso de opciones electorales.


Piedad, salvada. La exsenadora Piedad Córdoba posiblemente comerá natilla y buñuelos este año celebrando su retorno a la vida política plena. Su caso “va muy bien” dicen en el Consejo de Estado que examina la forma jurídica de invalidar la destitución como senadora y la prohibición de ejercer cargos de origen popular durante 18 años que le decretó el procurador Alejandro Ordóñez. La señora Córdoba fortalece sus razones utilizando el texto elaborado en defensa de uno de sus clientes por afamado jurista que la valora con abominación. Así es la vida. Desde luego, ella ignora la ayuda recibida de su adversario.


Meses de orfandad. Sólo les faltan dos meses al país y al conservatismo para sumar  312 de orfandad  ideológica. El dos de noviembre recordaremos el asesinato de Álvaro Gómez Hurtado en esa fecha de l985.Antes de iniciar estas líneas concluí la tercera lectura de las 247 páginas del libro ¿Por qué Lo Mataron? Ahí Enrique Gómez Hurtado relata cómo ha sido desviada la investigación por el asesinato de su hermano Alvaro. Mentes y manos de verdad oscuras han impedido que se sepa los nombres de los asesinos materiales e intelectuales. Pero no les ha sido posible  separar de la conciencia colectiva la idea de que el crimen fue planeado y ejecutado para mantener en el gobierno a Ernesto Samper.