Exlíderes del ELN, que apoyan una salida dialogada al conflicto armado que azota a Colombia desde hace casi medio siglo, solicitaron medidas especiales de protección debido a amenazas de muerte, informaron los afectados.
Se trata de ocho personas, la mayoría de ellas dedicadas actualmente a la investigación en la Corporación Nuevo Arco Iris, un centro de estudios especializado en el conflicto armado. Pero entre los amenazados también figura Carmen Palencia, una líder de campesinos desplazados por la violencia.
"En la madrugada del martes recibimos unos correos amenazantes contra miembros y amigos de la Corporación Nuevo Arco Iris", explicó a la AFP Fernando Hernández, director del centro y quien en 1994 lideró un proceso en el cual se desmovilizó la mayor parte de los afectados.
"Muchos somos desmovilizados del ELN (Ejército de Liberación Nacional, guevarista) y es posible que en esto tengan que ver personas que no están de acuerdo con que se inicien los diálogos de paz con el ELN", dijo.
Los afectados presentaron este jueves una denuncia ante la Fiscalía colombiana y pidieron al Estado "protección especial" para ellos y las oficinas de Nuevo Arco Iris.
El concejal del Partido Verde Antonio Sanguino, antiguo directivo de Nuevo Arco Iris, también fue amenazado y dijo a la AFP que las intimidaciones pueden venir "de sectores del país que están en contra de los diálogos de paz y especialmente del proceso que se va a adelantar con el ELN".
El gobierno del presidente Juan Manuel Santos y el ELN han declarado en los meses recientes su disposición a entablar una mesa de diálogo, que aún no se concreta.
Ya desde noviembre de 2012 el gobierno adelanta en Cuba diálogos de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas) y el objetivo es que las conversaciones con el ELN se desarrollen en paralelo.
"Hay quienes piensan que atacando a Nuevo Arco Iris pueden torpedear el proceso de paz con el ELN", dijo también Sanguino, insistiendo en que el apoyo de la organización al diálogo con ese grupo rebelde es la causa más probable de las amenazas, aunque el centro de estudios también ha investigado la relación entre políticos y paramilitares y otros asuntos delicados.
En una nota de prensa, el Partido Verde rechazó la amenaza de muerte contra Sanguino y los miembros de Nuevo Arco Iris, tildándola de "acto criminal" y pidiendo a las autoridades "que de manera inmediata investiguen la procedencia y/o autoría del mensaje".
El mensaje amenazante divulgado por el Partido Verde consiste en una especie de esquela fúnebre en la que se pide por las "almas" de los ocho afectados.
Por su parte, Nuevo Arco Iris recordó en un comunicado que otros miembros de su organización, el exdirector León Valencia y el investigador Ariel Ávila, comenzaron a recibir amenazas desde abril de este año, que los llevaron a abandonar el país en los últimos días.
El miércoles, la colombiana Fundación para la Libertad de Prensa (Flip) informó que Valencia y Ávila abandonaron el país -al igual que otros dos analistas y periodistas- por amenazas recibidas aparentemente por sus investigaciones sobre los nexos de un gobernador con bandas criminales.
"La Corporación Nuevo Arco Iris se mantiene firme en su propósito de seguir a la construcción de un país en paz y con plena vigencia del estado social de derecho", señaló el texto oficial del centro de estudios.