Las autoridades ucranianas pidieron nuevas sanciones europeas contra Rusia acusada de apoyar a los separatistas, en un contexto de tensión creciente en el Este rebelde y temores a una invasión rusa.
"La agravación de la situación en [la región de] Donbas, numerosas pruebas de la implicación de Rusia en las acciones de los combatientes dan cada vez más razones para pasar a la 'fase 2' de las sanciones para oponerse a la agresión rusa", declaró un portavoz de la diplomacia ucraniana, Vasyl Zvarych, en conferencia de prensa.
La crisis ucraniana forma parte del orden del día del Consejo Europeo del miércoles en Bruselas.
Para preparar esta reunión, el jefe de la diplomacia polaca, Radoslaw Sikorski, cuyo país sirve de abogado de Kiev en la Unión Europea, viajaba el martes a Kiev para reunirse con el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, y el primer ministro, Arseni Yatseniuk.
- Amenaza de una "agresión rusa de envergadura" -
Por su parte, el número dos del Consejo de Seguridad nacional y de defensa y exministro ucraniano de Defensa, Mijailo Koval, estimó el lunes por la noche que Ucrania estaba "cada vez más cerca de una agresión de envergadura" por parte de Rusia.
Según él, las tropas rusas están masificadas a lo largo de la frontera, de Cherniguiv (norte) a Novoazovsk (sureste) con "22.000 militares rusos en Crimea", la península ucraniana anexionada en marzo por Rusia.
La OTAN también denunció el lunes que Rusia volvió a desplegar "decenas de miles" de tropas desde mediados de junio en la frontera con Ucrania.
El embajador de Gran Bretaña en Kiev, Simon Smith, estimó que Rusia no "cumplió con las condiciones dictadas por el Consejo Europeo el mes pasado" para evitar nuevas sanciones.
Citó, en la cuenta Twitter de su embajada, el ejemplo del avión militar ucraniano derribado el lunes en zona separatista. Kiev acusa del derribo a Moscú, que no ha reaccionado. "El avión militar ucraniano An-26 ha sido derribado a una altitud de 6.200 metros. ¿Hay otra explicación plausible que un ataque de Rusia?", se preguntó el diplomático.
La destrucción del apartado, del que el ejército ucraniano ha rescatado a cuatro de los ocho tripulantes, ha contribuido en agravar la tensión entre Ucrania y Rusia.
Moscú había elevado el tono al acusar a las fuerzas de Kiev de haber disparado un obús que dejó un muerto el domingo en el lado ruso de la frontera.
Según una fuente cercana al Kremlin, Rusia estudiaría ahora la posibilidad de ataques dirigidos a unos blancos determinados en territorio ucraniano.
En este contexto de declaraciones alarmistas, Kiev prepara al mismo tiempo un nueva ronda del grupo de contacto (OSCE, Ucrania, Rusia) y los rebeldes, alentada por los europeos, tras las dos primeras celebradas en junio en Donetsk, y que se saldaron con un fracaso
El martes, debían celebrarse por primer vez a través de videoconferencia, después de que el presidente Poroshenko y la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, acordaran el lunes por la noche la organización de esta reunión tripartita.
- Duelo en Lugansk -
En el terreno, los combates y los bombardeos en los alrededores de Lugansk, una ciudad de más de 400.000 habitantes causaron en las últimas 24 horas 12 muertos y más de 60 heridos, según el servicio de prensa de la autoproclamada "República popular de Lugansk".
La alcaldía de Lugansk decretó el martes tres días de luto tras la "muerte en tres días de 17 civiles".
El ejército ucraniano indicó haber perdido a seis hombres en 24 horas. Desde el inicio de la "operación antiterrorista", las pérdidas del ejército suman 258 soldados muertos, 922 heridos y 45 prisioneros, precisó el martes su oficina de prensa.
Once civiles murieron en Snijné, a 60 km al este de Donetsk en una casa destruida por un bombardeo aéreo atribuido por Moscú a las fuerzas ucranianas. Kiev desmintió su implicación y denunció "una cínica y sangrienta provocación", aunque sin precisar quiénes fueron los autores.
El ministro ucraniano del Interior, Arsen Avakov, indicó el martes que despidió a 585 policías en la región de Donestk por haber fallado a su deber de fidelidad con las autoridades nacionales ante el movimiento separatista.