Estados Unidos está dispuesto a levantar sus sanciones contra Ruanda, si el gobierno de Kigali corta totalmente sus lazos con los insurgentes congoleños del M23, que pusieron fin a su rebelión en la RDC, dijo un alto funcionario estadounidense.
Aliado de Ruanda, Washington se distanció de Kigali en julio de 2012, congelando su modesta asistencia militar de 200.000 dólares y adoptando sanciones en el sector de la formación militar para 2014, a fin de presionar al régimen del presidente Paul Kagame a poner término a su apoyo al Movimiento 23 de marzo (M23).
El emisario especial de Washington para la región africana de los Grandes Lagos, Russ Feingold, recordó en una conferencia de prensa telefónica que su gobierno había "sancionado" a Ruanda principalmente por el reclutamiento de niños soldados en filas del M23, un grupo de exsoldados congoleños tutsis que Ruanda es acusado de apoyar militarmente por la ONU, la República Democrática del Congo (RDC) y Estados Unidos.
Estados Unidos dio la bienvenida el "fin" de la rebelión del M23 en el este de la RDC y llamó a todas las partes a firmar un acuerdo de paz definitivo en la zona africana de los Grandes Lagos.
El departamento de Estado recibió positivamente el martes el anuncio del M23 del fin de la rebelión y la "respuesta positiva del gobierno de la RDC", llamando a las partes a firmar un acuerdo de paz definitivo en los Grandes Lagos, según los criterios adoptados en las negociaciones de paz que se celebran desde hace 11 meses en Kampala, con el auspicio de Uganda.
El ejército congoleño obtuvo el martes una victoria histórica venciendo al M23, cuyos últimos combatientes fueron echados durante la noche de las dos últimas posiciones que ocupaban en las montañas de Kivú Norte, fronterizas con Ruanda y Uganda. Vencidos en el terreno, los rebeldes anunciaron que ponían término a su rebelión.
Ese avance en el conflicto fue facilitado por el hecho de que Ruanda y Uganda retiraron su apoyo a los rebeldes. Ambos países, acusados por la ONU de respaldar el M23, fueron blancos de intensas presiones diplomáticas en las últimas semanas a fin de que cesaran su apoyo./AFP