El ejército sirio bombardeó la ciudad de Rastan, defendida por rebeldes, antes de la llegada de los observadores de la ONU desplegados en Siria, donde las sanciones internacionales están pesando en la industria petrolera.
Durante varias horas, el ejército bombardeó Rastan (centro), anunció el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
La ciudad, de la que huyeron casi todos sus habitantes y está siendo defendida por un gran número de exmilitares de alto rango pasados a la oposición, está rodeada por el ejército, que desde hace meses intenta tomarla.
Por la tarde, los bombardeos cesaron "con la llegada de los observadores de la ONU", que escucharon el ruido de los obuses, dijeron por Skype el militante Abu Rawan y el OSDH.
Los observadores de la ONU, unos 270, no han logrado de momento hacer respetar la tregua prevista en el plan de paz del emisario internacional Kofi Annan e instaurada oficialmente el 12 de abril.
Para intentar encontrar una salida a la crisis, el viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Mijail Bogdanov, dijo que su país ha "propuesto iniciar un diálogo en Moscú" entre el régimen y la oposición en el extranjero, para hablar de "todas las cuestiones".
En paralelo, la economía siria está sufriendo los efectos de las sanciones financieras impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea.
"El sector petrolero ha perdido cerca de 4.000 millones de dólares a causa de las sanciones europeas y norteamericanas injustas, impidiendo la exportación y la importación de petróleo y de derivados petroleros", declaró el ministro sirio del ramo, Sufian Allau.
Según él, un buque venezolano con 35.000 toneladas de fuel-oil llegó a Siria, y se está negociando con Moscú "para la importación de fuel-oil y de gas doméstico"./AFP