El presidente palestino Mahmud Abas minimizó las amenazas de sanciones de Israel en represalia a la decisión palestina de adherir a 15 convenciones internacionales, al tiempo que el secretario de Estado John Kerry evocó la posibilidad de que Estados Unidos se retire del proceso de paz.
Abas se negó a suspender el proceso de adhesión a pesar de que Kerry se lo pidió en una conversación telefónica el jueves pasado.
El viernes, uno 1.500 palestinos manifestaron delante de la prisión israelí de Ofer, cerca de Ramala, Cisjordania, para exigir la liberación de los palestinos que tenían que ser liberados el 29 de marzo pasado, a lo cual Israel se negó.
Ocho palestinos resultaron heridos por disparos de soldados israelíes, indicaron fuentes médicas.
A la vista de las dificultades, John Kerry, advirtió este viernes que va a "evaluar" con el presidente Barack Obama las próximas etapas de las conversaciones de paz, e incidió en que ha llegado la hora de "hacer un balance".
El esfuerzo de Estados Unidos "no es algo sin fin y nunca lo fue", dijo Kerry en Rabat, Marruecos, donde se encuentra de visita.
Las autoridades israelíes están enfurecidas por la decisión del presidente palestino Mahmud Abas de unirse a 15 convenciones y tratados internacionales.
La solicitud de adhesión fue anunciada después de que Israel se negara a liberar a un último contingente de prisioneros el 29 de marzo, estipulado en la iniciativa de paz promovida por Kerry.
Según un funcionario palestino, Kerry pidió a Abas que renuncie a esas demandas de adhesión, pero el mandatario "afirmó que no daría marcha atrás en su firma de acuerdos internacionales", empezando por las Convenciones de Ginebra sobre protección de civiles, rubricadas el martes y enviadas a la ONU, Suiza y Holanda, países garantes de estos textos.
Kerry advirtió de las amenazas israelíes, a lo que Abas replicó que éstas "ya no le dan miedo a nadie, por lo que (Israel) puede hacer lo que le parezca", según la fuente.
Según fuentes cercanas a las negociaciones, los palestinos exigen la liberación de un millar de prisioneros más, entre ellos importantes dirigentes, mientras que Israel proponía no más de 400.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el titular de Defensa, Moshe Yaalon, pidieron al jefe de la administración militar encargado de los territorios palestinos, general Yoav Mordechai, que proponga medidas para castigar a los palestinos, según el diario Haaretz.
Según el diario Haaretz, Israel tiene la intención de congelar la autorización concedida al operador de telefonía móvil palestino Wataniya para que desarrolle su red de infraestructuras en la franja de Gaza.
Igualmente restringirá las actividades de los palestinos en la zona C de la Cisjordania ocupada, donde hay colonias y donde Israel ejerce un control civil y militar pleno, añaden los medios de comunicación.
Además, prevé congelar de nuevo la transferencia de los impuestos cobrados y correspondientes a la Autoridad Palestina del presidente Mahmud Abas, añadió.
Esta sanción ya había sido adoptada en diciembre de 2012 después de que la ONU otorgara el estatus de Estado miembro observador a Palestina.
En un gesto interpretado como una represalia, el ministerio del Interior autorizó este jueves el proyecto de construcción de un museo arqueológico en el barrio palestino de Silwan, en Jerusalén este, anexionado por Israel.
El parlamento israelí se reunirá el lunes en sesión plenaria para debatir sobre la crisis del proceso de paz.
- 'Chantaje y presiones' -
Pese a todas estas amenazas, el diario Yediot Aharonot afirma que los dirigentes israelíes no descartan poder superar los obstáculos antes del 29 de abril, fecha tope para las actuales negociaciones.
Un dirigente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yaser Abed Rabo, estimó que hay que "cambiar radicalmente" las condiciones de cualquier negociación futura.
Abed Rabo dijo a la AFP que "Israel tiene la costumbre de desentenderse de los acuerdos que ha firmado", y denunció una "política constante de chantaje y presiones".
El líder de la oposición israelí, el laborista Yitzhak Herzog, consideró que el comportamiento de ambas partes es propio de "un jardín de infancia", y advirtió que "sería muy peligroso" que Estados Unidos se desinterese del proceso de paz.
La noche del jueves al viernes, el ejército israelí repondió con cinco ataques aéreos en Gaza al disparo desde ese territorio de varios cohetes, que cayeron en el sur de Israel sin causar víctimas. Las incursiones en la franja palestina tampoco causaron víctimas.