Desde esta semana se encuentra a la venta el libro “El Cartel de la Contratación”, del periodista Felipe Romero.
Una de las mayores revelaciones tiene que ver con el informe de una firma de abogados externos contratados por el Instituto de Desarrollo Urbano para la cesión del polémico contrato del grupo Nule en la calle 26 y que se constituyó en la prueba más sólida contra el exalcalde de Bogotá, Samuel Moreno, quien permanece desde hace más de dos años recluido en la Escuela de Carabineros de la policía, en el oriente de la capital, a la espera de que inicie su juicio.
El informe de la firma de abogados Palacio, Jouve & García, fue fechado el 25 de febrero de 2010 y dirigido al entonces subdirector jurídico del IDU, Inocencio Meléndez, para el pago de honorarios como asesores jurídicos externos contratados por Liliana Pardo, quien era la directora del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) y que hoy permanece cobijada con medida de aseguramiento y próxima a ser nuevamente imputada por la Fiscalía.
El documento
El documento que fue aportado, dentro de su proceso de colaboración, por el mismo Meléndez al entonces fiscal del caso Germán Pabón, confirma que el entonces alcalde Moreno sí participó de las reuniones de trabajo y tuvo conocimiento de todo lo que sucedió en el despacho de la Alcaldía para finiquitar la cesión del contrato de los Nule, en la calle 26, a la firma Conalvías.
Hasta la fecha dicho documento había permanecido oculto a la opinión pública y hace parte fundamental del material probatorio que tiene la Fiscalía dentro del proceso judicial que se le adelanta al exalcalde Moreno por su presunta responsabilidad en el escándalo del Cartel de la Contratación.
El alcalde Moreno figura en al menos dos ocasiones como asistente a las reuniones. Una de ella fue el 26 de enero de 2010 en la sala de juntas del Palacio Liévano en compañía de su secretario general Yuri Chillán, de la entonces secretaria de Gobierno, Clara López, y de Pardo, entre otros asistentes.
En ese encuentro se debatieron ampliamente todos los aspectos relacionados con la situación de la Unión Temporal Transvial, conformada por las empresas del grupo Nule, relativos al contrato, a su ejecución y a los problemas de parálisis que afrontaba el tramo de la avenida Eldorado que tenía el grupo a su cargo.
También se procedió a analizar y a discutir la respuesta de la compañía aseguradora Segurexpo a una comunicación del IDU, en la que Segurexpo presentaba a la firma Conalvías como la candidata a respaldar para la cesión del contrato de la calle 26. También se discutió, con intervención del alcalde Moreno, los aspectos relacionados con la Unión Temporal Transvial (Grupo Nule).
Moreno intervino
El documento deja claro que Moreno intervino durante la reunión, al igual que todos los presentes, incluidos los asesores jurídicos de la alcaldía, para llegar a un consenso respecto de la necesidad que tenía el IDU, de iniciar el proceso de la cesión, advirtiendo que si no se lograba dicho consenso se procedería a la declaratoria de la caducidad del contrato.
En el último registro que figura en el informe de la firma de abogados, aparece el exalcalde de Bogotá, interviniendo directamente en la cesión del polémico contrato. La reunión fue el 17 de febrero de 2010 en el Hotel Tequendama, día de la firma de la cesión. En el documento quedó escrito que: “En la mencionada reunión, se discutieron ampliamente las últimas alternativas que dificultaban el lograr la suscripción de un documento definitivo de cesión… posteriormente se hicieron presentes los drs. Andrés Jaramillo, representante de Conalvías y su abogada dra. Ana María Ruan… Finalmente y en presencia del sr. Alcalde Mayor de la Ciudad, previa revisión de su asesora jurídica, se firmó el documento definitivo de Cesión en las condiciones señaladas”.
La cesión
Dos días después, se realizó otra reunión en la que se suscribió, dentro de la cesión perfeccionada, la denominada Acta de Entendimiento que facilitó la entrega de la obra al nuevo contratista para garantizar las obras de mitigación.
El informe revela también que en los días posteriores se adelantaron reuniones diarias entre funcionarios del IDU, la firma de abogados asesores del IDU y los nuevos contratistas, la firma Conalvías. El resultado de dichas reuniones culminó con la aprobación, por parte del IDU, de la repotenciación del contrato que tenían los Nule, en más de 200.000 millones de pesos. Situación que permitía unas condiciones favorables para el nuevo contratista que iba a terminar las obras en ese tramo de la calle 26.
Una vez se le entregó el contrato a Conalvías, el empresario Emilio Tapia, buscó al presidente de la firma, Andrés Jaramillo, y le exigió el pago de una comisión para poder ejecutar el contrato en las condiciones en las que se había cedido. En los documentos que reposan en la contabilidad secreta de Tapia figura la relación de algunas facturas de la empresa Coespro que suman 500 millones de pesos y que al parecer habría sido la forma de pago a través de terceros a la que accedió el presidente de Conalvías y que había recibido Tapia.
Lo negó
En repetidas ocasiones Moreno le dijo al entonces fiscal Pabón que él nunca participó directamente del proceso de cesión del contrato del grupo Nule y solo gracias a Meléndez, hoy condenado a 7 años de prisión, la Fiscalía pudo acceder al documento. Meléndez decidió entregar esta prueba junto con otros documentos en un dossier de más de 30 folios al fiscal Pabón, al día siguiente de sufrir un atentado en las duchas de la cárcel La Picota. Ese día Meléndez llamó a Pabón y le confesó que tenía miedo de que le pasara algo y que a cambio de mejorar su seguridad y de que fuera trasladado a los calabozos del DAS, iba a hablar y le iba a contar y a aportar todo lo que él sabía del IDU. En menos de 24 horas Meléndez fue trasladado al pabellón de máxima seguridad de La Picota y posteriormente trasladado a la escuela de entrenamiento del desaparecido DAS.
Cuatro meses antes, Meléndez había renunciado al IDU. Durante los días que estuvo organizando su salida oficial de la entidad, el ex jurídico se dedicó a recopilar grabaciones de juntas directivas, correos electrónicos y documentos relacionados con la cesión de la calle 26 y los contratos de la malla vial en la capital. Luego de recopilar todo el material, y temeroso de que le fuera a pasar algo, decidió alquilar una bodega en la localidad de Suba, en el noroccidente de Bogotá. Allá guardó el dossier acompañado de un audio en el que explicaba detalladamente cada uno de los documentos y le dijo a la dueña de la bodega que: “Si usted, señora, se entera por la prensa que a Inocencio Meléndez le pasó algo, váyase para la Fiscalía y los trae para acá y les entrega lo que hay en la bodega”. Meléndez se marchó al IDU a recoger sus cosas, luego de que su renuncia fuera aceptada.
Recuento
Gracias al informe de la firma de abogados contratados por Pardo, además de otras pruebas, la Fiscalía logró imputarle al exalcalde Moreno el delito de celebración indebida de contratos, además de concusión y peculado por apropiación a favor de terceros.
Este relato y otros más se encuentran en el libro “El Cartel de la contratación: La historia no revelada”. El autor arma con minucia y rigor investigativo el rompecabezas de esta historia truculenta. Un gran reportaje, que ahonda en una serie de increíbles sucesos que la opinión pública desconoce pero que muestra con testimonios y documentos la compleja radiografía sobre el multimillonario saqueo que sufrieron Bogotá y otras regiones del país por contratistas y políticos.
Carrusel nacional
Otro episodio, para desgracia del pueblo barranquillero, tiene que ver con la forma en la que el grupo Nule logró quedarse con el contrato del sistema de recaudo de Transmetro, el sistema de transporte masivo de la capital del Atlántico. Sucedió un martes de carnaval de 2008, y mientras la ciudad estaba celebrando, en las oficinas de Transmetro los Nule, a punta de engaños y de la falsificación de documentos, lograron que dos empresas chinas figuraran como las más expertas en el manejo del recaudo en sistemas masivos de transporte. De esta forma los Nule convencieron a funcionarios del Atlántico y del Ministerio de Transporte de que sus empresas eran las más idóneas para manejar un contrato que superó el billón de pesos.
Por el “Cartel de la Contratación” desfilan personajes como los hermanos Moreno, los primos Nule, el excontralor distrital Miguel Ángel Moralesrussi, Germán Olano, Julio Gómez, Emilio Tapia, Álvaro Dávila, Liliana Pardo, el exviceministro de Transporte Gabriel García, el exjurídico de la Presidencia Edmundo del Castillo, entre otros. El autor acude a la crónica, a la entrevista, al dato certero y a la anécdota para relatar una historia que es necesario conocer para no repetirla.