“Salir de la eurozona no es una opción” | El Nuevo Siglo
Lunes, 17 de Septiembre de 2012

Para el primer ministro griego de no tomar esa decisión en 2013 tendrán un desempleo por encima del 22%.

 

El primer ministro griego Antonis Samaras dijo en una entrevista divulgada recientemente que salir de la eurozona "no es una opción" para Grecia y expresó su determinación de seguir adelante con las reformas.

"Tenemos que asegurarnos de atenernos a lo que hemos firmado porque creemos que eso que llaman 'Grexit' (una salida de Grecia de la eurozona) no es una opción para nosotros", dijo Samaras al diario The Washington Post.

"Eso sería una catástrofe", agregó. "En 2013 vamos a tener un país en el sexto año de recesión con un desempleo por encima del 22% y en alza. Estamos aquí para cumplir con nuestras obligaciones, para cumplir con nuestros objetivos".

Samaras intenta implementar importantes recortes en el presupuesto que reclaman los principales donantes del país: la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional.

Pero el primer ministro griego insistió que sería imposible que el parlamento apruebe estos recortes ahora mismo y recordó que se trata de un programa de cuatro años, no algo que se puede hacer de un día para otro.

Es de recordar que recientemente se dijo que el plan de crear un supervisor único de la banca para la zona euro a partir de enero de 2013, como busca España, está al borde del colapso ante la oposición de Suecia y Alemania, admitieron varios ministros europeos.

"Hay una serie de complicaciones", indicó el ministro español, Luis de Guindos, en una rueda de prensa, al margen de una reunión en Nicosia con sus homólogos de la Unión Europea.

La propuesta -impulsada por la Comisión Europea (CE)- busca que el Banco Central Europeo (BCE) se convierta en el supervisor único de la zona euro a partir de 2013.

España quiere que el plan "se lleve a cabo lo más rápido posible", dijo De Guindos.

De esa manera, el país, sumido en una profunda crisis del sector financiero, se asegurará que la recapitalización del bloque a los bancos en problemas se haga directamente sin que se transforme en deuda pública para el Estado.

No obstante, De Guindos reconoció que el "calendario es ambicioso". En efecto, varios ministros europeos se mostraron escépticos de que se cumpla con el objetivo de lograr este Supervisor máximo europeo en enero de 2012, como estaba previsto.

"No será posible tener el mecanismo disponible para el 1 de enero de 2013", aseguró el ministro alemán Wolfgang Schauble, en rueda de prensa.

La propuesta de la Comisión Europea requiere del "apoyo de los 27” países de la UE, “y créanme eso será muy difícil de lograr", añadió.

El sueco Anders Borg fue bastante más tajante al asegurar que la propuesta comunitaria es "completamente inaceptable".

Según De Guindos, las dificultades son tanto "desde el punto de vista geográfico" como "institucionales".

La Comisión Europea propone que el BCE controle a todos los bancos de la zona euro. Pero Alemania quiere limitar a su poder a los grandes bancos, considerados sistémicos, y así no perder el control de los bancos regionales.

La iniciativa también provoca reservas en el Reino Unido, país que alberga la plaza financiera más grande de la UE, ante el temor de que el BCE acumule finalmente demasiado poder.

Además hay que delimitar el poder de la Autoridad Bancaria Europea (EBA). Según la CE, la EBA seguiría cumpliendo con su papel de velar para que las normas únicas se apliquen en los 27 países miembros de la UE.

Si prospera el plan, el BCE tendrá la última palabra en todas las decisiones que garanticen la estabilidad financiera de las 17 naciones de la zona euro, en un proceso gradual que se iniciaría el 1 de enero de 2013 y culminaría un año después, cuando todos los bancos del bloque quedarían bajo el mecanismo único de supervisión.

Pero el proyecto comunitario es clave para España. Una vez que el supervisor único financiero entre en vigor, el fondo de rescate europeo conocido como MEDE (Mecanismo Europeo de Estabilidad) podrá asumir la recapitalización directa de la banca española y liberar a las arcas del Estado de esa carga.

La zona euro prometió en junio a España un préstamo de hasta un máximo de 100.000 millones de euros para reflotar su sector financiero, muy perjudicado por el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008.

La presión sigue aumentando sobre el país, cuarta economía de la zona euro, para que solicite un rescate financiero, ante los pesados vencimientos de deuda a los que deberá hacer frente en octubre.

 

El primer ministro griego Antonis Samaras cree que de no tomar esa decisión sería una catástrofe.