El astro brasileño de fútbol Neymar afirmó hoy que recibió con tranquilidad la noticia del archivo de la causa contra él y su padre por presunta corrupción en su traspaso al FC Barcelona, después de que un juez español no apreciara faltas penales para procesarles.
"Sólo quedó claro lo que ya imaginábamos. Ya lo sabíamos. Mi familia estaba muy tranquila respecto a ello, mi padre también. Sabíamos que no habíamos hecho nada malo", afirmó el delantero al canal SporTV durante un acto de su Instituto en Praia Grande, en el litoral de Sao Paulo.
"Lo que fue difícil para mi familia fue la perturbación. La gente que no sabe nada y dice estupideces (...) Pero respecto al proceso, sabíamos que estaba bien organizado, que no había nada equivocado", afirmó.
El juez español dio por cerrado el caso contra el delantero de 24 años y su padre al encontrar que "las conductas analizadas no pueden ser perseguidas penalmente", respondiendo así a una querella del fondo brasileño DIS, que antiguamente era propietario del 40% de los derechos del jugador.
DIS se sintió engañado por el traspaso de la joven promesa del Santos al FC Barcelona en 2013, y denunció la transacción como fraudulenta, luego de que la justicia española destapara que el monto de la operación fue de unos 83,3 millones de euros y no los 57,1 millones anunciados inicialmente.
Pese a que la fiscalía anunció que recurrirá la decisión, este podría ser el principio del fin de los problemas judiciales del astro en España.
Neymar podrá concentrarse ahora de lleno en el enorme reto de los Juegos de Rio, donde liderará a la 'canarinha' a la conquista del oro olímpico, el único gran título que le falta a la pentacampeona del mundo.
"Hay que olvidar la presión. Es un orgullo y una honra representar a Brasil y jugar por tu país en casa. Es una oportunidad muy grande de ser feliz dentro de casa y conseguir el oro olímpico", afirmó el atacante, quien tuvo que conformarse con la plata en Londres-2012 tras caer en la final ante México.
Estrella indiscutible de una Seleçao en crisis, sus problemas de actitud en los últimos partidos con Brasil han abierto el debate sobre si el nuevo seleccionador olímpico, Rogerio Micale, le mantendrá en el puesto de capitán que le dio el ya destituido Dunga.
"El brazalete es un rótulo, que no es un premio tan importante. Cada uno tiene su función en el campo y conoce su importancia. También se puede ser capitán sin brazalete. El entrenador hará la mejor elección", opinó.