El presidente ruso Vladimir Putin ordenó la prolongación hasta junio de 2016 del embargo sobre la mayoría de productos alimentarios de países occidentales en respuesta a las sanciones económicas contra Rusia.
"Prolongamos nuestras medidas de represalia durante un año a partir de hoy (miércoles)", afirmó Putin, según un comunicado del Kremlin.
La decisión de Moscú se conoce un día después de que la Unión Europea prorrogara hasta enero de 2016 las sanciones económicas impuestas a Rusia por su implicación en el conflicto del este de Ucrania.
Esas sanciones, que afectan a sectores como la banca, la defensa y la venta de petróleo e impiden que Rusia se financie en los mercados europeos, debían expirar a finales de julio.
La Unión Europea decidió sancionar a Moscú hace cerca de un año tras la anexión de Crimea por Rusia, a la que acusa de apoyar y armar a los separatistas de Ucrania.
Rusia impuso, por su parte, en agosto de 2014 un embargo sobre la mayoría de los productos alimentarios procedentes de los países que aplican sanciones contra ella, una decisión que afecta, sobre todo, a los agricultores de la UE.
"Ya lo hemos dicho en varias ocasiones: en las sanciones hay un principio: la reciprocidad", había avisado el lunes el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.