El ministro de Agricultura, Rubén Darío Lizarralde, se ha empleado a fondo estos días en su empeño de disuadir a los campesinos que insisten en realizar un nuevo paro a partir de mañana. Lo acompaña el equipo del Gobierno con el propósito de dialogar con habitantes del sector rural, gremios, gobernadores, alcaldes. El propósito es convencerlos de que no participen en el cese de actividades programado para el 28 de abril.
El fin de semana estará dedicado el ministro Lizarralde a conseguir que se desista de esta huelga. No conviene la parálisis del campo, perjudica a todos. Además, no hay que olvidar que esta administración ha hecho bastante para cumplir pactos anteriores en mesas de diálogo con líderes del agro. El Gobierno considera que no hay razón para que se lleve a cabo esta jornada de protesta.
El titular de Agricultura ha trabajado con ahínco en el propósito de alcanzar consenso con los campesinos para que continúen en sus parcelas las faenas cotidianas, en la seguridad de que el Gobierno no los va a defraudar. El ministro Lizarralde es persona con experiencia en temas agrícolas y ha hecho mucho por el campo. Es bueno que lo escuchen y acaten.