Que el futuro de Colombia está en la rentabilidad del campo es una premisa que no necesita comprobación alguna. Los países más desarrollados del mundo tienen en el parte rural uno de sus principales motores económicos, políticos, sociales e institucionales.
Por lo mismo debe destacarse la importancia que el actual Gobierno le está dando al campo. Por ejemplo, esta semana el ministro de Agricultura, Rubén Darío Lizarralde, informó que para aumentar los ingresos de los pequeños productores, mejorar la calidad de los mismos y reducir la pobreza en el campo, se destinaron 550 mil millones de pesos al Programa de Agricultura Familiar para este año. Para darse una idea de la importancia de este plan, baste con decir que ese monto significa una cuarta parte del presupuesto de inversión en todo el sector agrícola.
Según el Ministro, este es uno de los programas más importantes del Ministerio, ya que todo en el sector rural gira en torno a la familia, sus mujeres y jóvenes; a ellos, es a los que hay que apoyar con toda la oferta institucional para fortalecer el campo.
Es claro que en la medida en que el sector rural sea más rentable, se evitará su debilitamiento así como la migración de campesinos a las ciudades.