La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, mostró su preocupación por las consecuencias sociales de la crisis en Europa y pidió este lunes en Lisboa que se profundicen los lazos económicos con Portugal.

"Brasil siempre observó con preocupación la crisis económica que afecta a Europa", declaró tras un encuentro con su homólogo portugués, Anibal Cavaco Silva.

Haciendo referencia a "la situación social y al desempleo" que vive Europa, Rousseff expresó "el deseo de ver pronto los signos de una reanudación del crecimiento y una mejora de la situación de la población europea".

La jefa de Estado brasileña, que visita Portugal acompañada por varios de sus ministros, afirmó la voluntad "de profundizar los lazos comerciales y las inversiones recíprocas entre los dos países".

Portugal, antigua potencial colonial en Brasil, se está viendo especialmente afectado por la crisis de la deuda en la zona euro, lo que le llevó a negociar un plan de ayuda internacional que incluye un amplio programa de privatizaciones.

Durante el anuncio este lunes de la firma de dos acuerdos de cooperación en los ámbitos de la biotecnología y la nanotecnología, Roussef consideró que "estos dos ejemplos concretos son el símbolo de que nuestras relaciones alcanzaron un nuevo nivel".

"Portugal considera que Brasil es un socio estratégico para nuestras empresas (...) y deseamos que más empresas brasileñas miren hacia Portugal y sus oportunidades de inversión", dijo Cavaco Silva.

Ninguno de los dos dirigentes hizo referencia a la privatización de la compañía aérea TAP que, según los medios locales, debía tratarse durante estas conversaciones.

La visita de Rousseff, que a continuación debía reunirse con el primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, coincidió con la fiesta nacional portuguesa y la clausura del año de Brasil en Portugal.