Las elecciones en 2014 de Congreso y presidenciales se erigen como uno de los retos más grandes que ha tenido que afrontar la izquierda colombiana en las últimas décadas por la acentuación hoy de su ya histórico fraccionamiento. Es consciente de ello y por eso sus fuerzas más representativas siguen dialogando en procura de lograr una alianza que la lleve a conseguir un papel más allá del decoroso que ha tenido en los últimos comicios.
Además, los comicios de 2014 serán un reto adicional, no solo para la izquierda sino para los demás movimientos minoritarios porque el umbral en Senado subirá del 2 al 3 por ciento, un listón muy alto de superar para algunos porque representa cerca de 450 votos so pena de perder la personería jurídica.
Sin embargo, en el escenario y de cara a las próximas elecciones surgen fuerzas emergentes como Progresistas, Marcha Patriótica y ahora la Unión Patriótica.
Esta dispersión de fuerzas bien aprovechada podría ser en esta ocasión la oportunidad para la izquierda de unirse en torno a una propuesta de proyecto de país desde su particular óptica y luego ser lo suficientemente convincente para volcar el electorado en su favor, no solo, en palabras de Antonio Navarro, “para dejar una constancia histórica de que seguimos existiendo quienes tenemos una alternativa en Colombia, sino que tenemos es que ganar las elecciones. Eso me parece que es a lo que se debe apostar”.
De lo contrario es previsible que si cada una de las formaciones en que está fragmentada la izquierda va por su lado en 2014, muy pocas de ellas sobrevivirán y podría sufrir uno de los reveces más grandes de su historia.
Polo
El Polo Democrático Alternativo ha sido la formación más representativa de la izquierda en las últimas dos elecciones en materia de vocería política y votos, pero con pronóstico reservado para 2014.
Esta colectividad surge en el año 2003 como un partido de izquierda democrática producto de la Unión del Polo Democrático Independiente y Alternativa Democrática.
El influjo de esta fuerza renovadora toma fuerza en un momento en que en el escenario político giraba en torno a la figura presidencial de Álvaro Uribe Vélez, quien con el respaldo de una votación arrolladora en 2002 e importantes avances en materia de seguridad, ya le apuntaba a una reforma constitucional para quedarse cuatro años más en el poder.
En los comicios de 2006 el Polo logra un ‘estreno’ fulgurante al alcanzar 11 senadores y 7 representantes a la Cámara. Sin embargo en las elecciones de 2010, la bancada sufre una sensible reducción al pasar a 8 senadores y 5 representantes.
En tanto que su candidato presidencial en 2006, Carlos Gaviria, logró la segunda votación luego de Álvaro Uribe, con 2.613.157; mientras que Gustavo Petro en iguales comicios en 2010 obtuvo la cuarta votación, con 1.331.267.
Igualmente, la colectividad en todo este tiempo tuvo una importante figuración en el Congreso como fuerza de oposición y desde allí encabezó la denuncia de fenómenos como la parapolítica y varios escándalos durante la administración Uribe como los falsos positivos y las chuzadas.
Sin embargo, la colectividad a la par de un proceso de luchas intestinas de varias de las diferentes fuerzas que lo componen, sufre un revés en las urnas en las regionales de 2011, donde pasa de 21 a 8 alcaldes, no obtuvo gobernaciones y bajó en el número de diputados y concejales.
Sin embargo, el golpe más fuerte para la imagen de este joven Partido ha sido el escándalo de corrupción en la contratación durante la administración de Samuel Moreno en Bogotá, que llevó a su destitución y lo tiene tras las rejas a la espera que se establezcan sus presuntas responsabilidades en materia penal, que la colectividad trató de atenuar asumiendo la responsabilidad política correspondiente, pero también excluyendo al comprometido alcalde y a su hermano, el entonces senador Iván Moreno, también involucrado en el escándalo.
Luego, las divisiones al interior del Polo se acentuaron al punto que desafectó a los senadores Camilo Romero, Luis Carlos Avellaneda y Jorge Guevara por manifestar de forma abierta al Movimiento Progresistas de Gustavo Petro, quien se desvinculó de la colectividad luego de las elecciones de 2010.
Posteriormente el Polo excluyó de sus filas al Partido Comunista por mostrar sus simpatías y acompañar varias correrías regionales de Marcha Patriótica.
Hoy el Polo se prepara para 2014 fortaleciendo sus estructuras a nivel regional a la par que mantiene conversaciones con fuerzas de izquierda y de centro en procura de una gran alianza que sea alternativa al candidato del uribismo y la previsible aspiración a la reelección del actual Jefe de Estado, para lo cual, incluso, es la primera colectividad en definir candidato, Clara López.
Sin embargo, el umbral del 3% en 2014 se muestra amenazante para el Polo, pues sus 800 mil votos en Senado en 2010 en este momento no hay cómo recuperarlo. Se habla de 165.509 votos de Samuel Moreno.
Movimiento Progresistas
A escasos meses de su fundación por parte de Gustavo Petro, el Movimiento Progresistas se constituyó en uno de los fenómenos políticos de los comicios regionales en los comicios regionales de octubre de 2011, logrando en Bogotá la alcaldía y 8 curules en el Concejo, así alcaldes, concejales y diputados en otras regiones del país.
Sin embargo, este fulgurante estreno tendrá que revalidarlo en 2014, comenzando por lograr la personería jurídica, una apuesta nada fácil teniendo en cuenta que sus estructuras regionales están aún en ‘pañales’ frente a lo próximo de las elecciones de Congreso.
Además las dificultades que ha tenido Gustavo Petro en su gestión en la Alcaldía de Bogotá, al punto que la Procuraduría lo investiga por supuestas irregularidades en la implementación del nuevo esquema de aseo y está andando un proceso ciudadano para la revocatoria de su mandato, es una carga muy pesada para el naciente Progresistas si no al extremo de perjudicar su imagen, la defensa de Petro distrae en un momento en que todas las energías debieran estar concentradas en prepararse para los próximos comicios.
Sin embargo, un punto a su favor es que tiene en sus filas a Antonio Navarro, una de las figuras más respetadas de la izquierda en todo el escenario político, incluso en la extrema derecha, que además cuenta con votos para encabezar una lista al Senado o pelear ser el candidato presidencial en una eventual alianza. Aunque él repetidamente ha dicho que no será más aspirante a la presidencia después de tres intentos.
Progresistas irrumpe en la escena política con una visión diferente al modelo que implementó el Polo de varias fuerzas aglutinadas en un ideario de unidad. En ese sentido Navarro defiende la tesis de un matrimonio con las ‘camas separadas’. “El Polo no fue capaz de mantenerse unido frente a sus diferencias, al Partido Verde le pasó lo mismo, y creo que esa experiencia nos indica que es mejor tener más flexibilidad en las relaciones internas, propósitos comunes para que la unidad sea más duradera”, ha señalado.
En ese camino Progresistas sostiene conversaciones con el Partido Verde, con Marcha Patriótica, con la Alianza Social Independiente, con el Partido Verde e incluso con el Polo, en el propósito de materializar una yunta de fuerzas de izquierda para 2014.
Partido Comunista
Fiel a su línea histórica de buscar consensos en la izquierda en el país, el Partido Comunista Colombiano conversa con varias fuerzas con la intención de lograr una alianza alternativa que apoye un candidato presidencial en 2014, así como para integrar listas al Senado y la Cámara de Representantes.
Hace unos días el secretario General de esta colectividad, Jaime Caycedo, le dijo a EL NUEVO SIGLO que “hemos definido conjuntamente con otras fuerzas constituir una coalición para recoger firmas para la inscripción de la lista nacional unitaria de varios movimientos y varios procesos y partidos al Senado de la República, lo mismo vamos a hacer a nivel de las cámaras en los distintos departamentos del país”.
A pesar de sus más de 80 años de historia el Partido Comunista no tiene la infraestructura organizacional que asegure un trabajo que le permita por sí solo presentar listas propias al Congreso y de esta forma buscar la personería jurídica.
Sin embargo, la colectividad ha sido fundamental en el acompañamiento de procesos sociales reivindicatorios en diferentes regiones del país, así como de la fundación de movimientos como la Unión Patriótica y el Frente Social y Político, anterior al Polo.
Tras su salida del Polo por su apoyo a la Marcha Patriótica, el Partido Comunista concentra sus esfuerzos en el acompañamiento de ese proceso político y de cara a 2014, por supuesto en la conformación de una alianza de movimientos de izquierda.
Marcha Patriótica
La Marcha Patriótica, que apenas fue fundada en abril de 2012 y se dio a conocer por esos días con una multitudinaria marcha por el centro de Bogotá, pretende recoger los movimientos de base social en las zonas del conflicto armado de cara a un escenario de postconflicto.
En ese sentido este movimiento podría tener mucho que jugar si es que se concretan las conversaciones de paz con la guerrilla de las Farc en La Habana (Cuba).
Por el momento con el liderazgo de una de sus impulsoras, la exsenadora Piedad Córdoba, hace un trabajo de acompañamiento especialmente en regiones convulsionadas, como sucedió hace unos meses en el Cauca durante las protestas de los indígenas y ahora en el Catatumbo con las protestas de campesinos.
Sin embargo, su trabajo político se ha visto afectado por las denuncias del Gobierno nacional, específicamente el ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón, de que supuestamente la colectividad está infiltrada por las Farc. Lo cual ha sido desmentido por Piedad Córdoba y ha pedido pruebas de estos señalamientos, que hasta el momento no han aparecido.
Unión Patriótica
La Unión Patriótica vuelve al escenario político con la decisión del Consejo de Estado de devolverle la personería jurídica que le quitó en el año 2002 el Consejo Nacional Electoral, luego de un genocidio de su militancia, donde perdieron la vida dos de sus candidatos presidenciales y más de 4 mil de sus simpatizantes en todo el país.
Sin embargo, la colectividad no la tiene fácil para 2014 porque para mantener esa personería debe superar el umbral del 3% sin tener prácticamente tiempo para organizar un trabajo político y figuras qué mostrar.
Su militancia está en las cerca de 3.000 familias de sus seguidores que fueron exterminados en la década de los años 80.
En tanto que la dirigencia de la UP considera que a la colectividad no le debe aplicar las normas electorales en 2014, como el umbral del 3%, porque se mantiene el estado de cosas que llevó a su desaparición.
En cualquier caso esta colectividad podría sumarse a la alianza que se viene fraguando de la izquierda rumbo a 2014.