En la comisión séptima de la Cámara de Representantes se vieron roces entre un grupo de jugadores de Millonarios y el presidente de Santa Fe, César Pastrana.
Pastrana defendió el derecho a que en la ley se respeten también los derechos de los clubes de fútbol y sostuvo que “no quieren que les vulneren los derechos a los jugadores pero tampoco a nosotros los clubes”.
En respuesta el jugador de Millonarios, manifestó que “los clubes tengan beneficios pero nosotros como jugadores también”.
Aunque el titular de la cartera laboral asegura que, para la redacción del proyecto, en el criterio del ministerio impera la protección al trabajador, precisamente ha sido la representante de los futbolistas la que se ha opuesto con mayor vehemencia a la iniciativa. Pese a esto, Pardo defiende el proyecto: “Sin esta iniciativa, podrían haber riesgos de procesos de desafiliación del fútbol colombiano (ante la Fifa), cosa que me parecería muy grave. Yo soy hincha del fútbol, pero también soy Ministro de Trabajo”, declaró.
Ante las denuncias de algunos jugadores de que han sido engañados con la iniciativa, el Ministro replicó que el proyecto tiene rechazo en ambas partes, tanto jugadores como dirigentes y que será el Congreso el que defina los puntos medios aceptables. Un ejemplo de esta situación es la participación que el jugador recibe cuando cambia de equipo, ya sea por cesión temporal o por transferencia, donde los jugadores quieren recibir el 15% mientras que los clubes quieren pagar el 8%, y en la iniciativa, el Gobierno propone que sea el 12%. El otro gran punto en contienda es la duración de los contratos, ya que el proyecto plantea que los contratos en el fútbol sean máximo a cuatro años, mientras que los jugadores piden que sean tres años como actualmente lo estipula el código del trabajo. Los clubes, por su parte, piden que se extienda a cinco años.
Pero quizás el punto más crítico es el de las indemnizaciones: el proyecto plantea que estas se paguen en los casos de terminación unilateral del contrato por cualquiera de las partes, ya sea con o sin justa causa. En el caso de los futbolistas, aunque el ministerio pretende que sea el club que los contrate después, el que pague la respectiva indemnización, según la asociación de futbolistas esto en la práctica legalizaría los vetos e impediría que estos fueran contratados por un año, plazo que tendría de vigencia la indemnización. La única salvaguarda sería para aquellos jugadores que devenguen dos salarios mínimos o menos, quienes estarían libres de la indemnización.