El argentino River Plate se abrazó este miércoles con la gloria al ganar la Copa Libertadores de América 2015, su tercera en la historia, en una dura campaña en la que bordeó una eliminación prematura y superó a su archirrival Boca Juniors en un escandaloso partido por octavos de final.
Para llegar a enfrentar en la final a Tigres de México, al que goleó 3-0 en la vuelta en Buenos Aires tras el 0-0 en la ida en Monterrey, el equipo 'millonario' transitó un sendero similar al que recorrió en 2014 otro argentino, San Lorenzo, que también estuvo al borde de quedar fuera en la etapa de grupos y resultó campeón por primera vez en su historia.
En el Grupo 6, River compartió zona con el boliviano San José, ante el que perdió 2-0 en Oruro y al que goleó 3-0 en el Monumental de Buenos Aires, e igualó los restantes cuatro partidos: con el peruano Juan Aurich (1-1 de local y de visita) y con Tigres (1-1 en Buenos Aires y 2-2 en Monterrey), su rival en la final.
Los dirigidos por Marcelo Gallardo estuvieron cerca de decir adiós en suelo mexicano en la penúltima fecha de la segunda ronda, ya que a los 86 minutos perdían 2-0 contra Tigres pero supieron aprovechar un abrupto bajón del local y lograron un empate con sabor a hazaña, con goles del colombiano Teófilo Gutiérrez --ahora en el Sporting de Portugal-- y del uruguayo Rodrigo Mora.
Ese punto rescatado sobre la hora le permitió a River llegar con chances a la última jornada en la que superó a San José, mientras Tigres se encargó de darle otra ayuda al ganarle por 5-4 a Juan Aurich en un encuentro increíble en Chiclayo.
- Boca, a pedir de River -
En los octavos de final lo esperaba un duro cruce con Boca, su archienemigo que detenta seis Copas Libertadores en su historial y que venía de ganar los seis partidos de su grupo.
Pero River repitió la receta aplicada en las semifinales de la Copa Sudamericana-2014 y eliminó a los auriazules en una serie que terminó en escándalo por la agresión con un gas tóxico casero de hinchas 'xeneizes' al plantel de Gallardo en el desquite en la Bombonera, el mítico estadio de Boca.
El encuentro, suspendido tras los incidentes en el entretiempo, le costó la descalificación a Boca, mientras que River pasó a cuartos de final, donde se mediría con otro rival de fuste, el brasileño Cruzeiro.
Tras perder de local 1-0, los argentinos se redimieron con un demoledor triunfo por 3-0 en Belo Horizonte.
El paréntesis por la disputa de la Copa América en Chile no alteró el avance de River, que en la semifinal dio cuenta del paraguayo Guaraní, con un éxito por 2-0 en Buenos Aires y un empate 1-1 en Asunción, al que llegó con gol y asistencia de sus flamantes refuerzos, el delantero Lucas Alario y el uruguayo Tabaré Viudez.
River llegó así a su quinta final de la Libertadores, con derrotas en sus dos primeros desenlaces (1966, ante el uruguayo Peñarol, y 1976, contra Cruzeiro) y sendas conquistas en 1986 y 1996, en ambos casos a expensas del colombiano América de Cali.
Con 31 participaciones, River es el club argentino con mayor cantidad de Libertadores disputadas pero apenas logró dos títulos, mientras que Independiente jugó 19 torneos, de los que ganó siete, y Boca obtuvo seis campeonatos de los 25 que jugó.