Se calienta el ambiente al interior del liberalismo por el congreso nacional partidista que se tiene programado para este año.
Hace algunos días el senador Rodrigo Villalba se refirió al congreso de la colectividad, diciendo que “comienza para el liberalismo colombiano una reingeniería organizativa y programática por los vientos de renovación que impone el nuevo milenio, como también para dar cumplimiento a un dictado estatutario del Consejo de Estado”.
“El partido político (es el) que más le ha aportado a las transformaciones nacionales, correspondiéndonos ver el triste espectáculo de una dirigencia asustadiza que ante la tempestad migró a partidos recién creados bajo el alero del gobierno de turno, pero, como dijera Gaitán, el pueblo es superior a sus dirigentes”.
Afirmó el senador que “los que nos quedamos en la travesía transitando el mar abierto y oleaje grande, con la fe puesta de llevarlo a puerto seguro, vemos una colectividad reencontrándose con su vocación de poder y su acervo ideológico, siendo protagonista de nuevo en el contexto nacional, no solamente por los registros electorales de las últimas contiendas, sino por el liderazgo en el proceso de paz anticipándose, con la Ley de Víctimas y restitución de tierras, y en el propio gobierno asumiendo grandes responsabilidades”.
Villalba le hizo un llamado a la dirigencia roja del Huila. “Los que han disentido de la colectividad roja tienen la oportunidad garantista de participar en este proceso sin limitación, y deben hacerlo también los funcionarios salientes de elección popular, como en el caso del Huila, quienes nos representaron con un excelente desempeño, igual los ex candidatos liberales que con dignidad y decoro compitieron el pasado 25 de octubre. Liderazgos frescos y sangre nueva vendrán”.
Sin embargo, el exgobernador del Huila, Julio Enrique Ortiz, uno de los disidentes liberales, manifestó que “la forma errática y equivocada, excluyente, como lo dice la sentencia del Consejo de Estado, en que las actuales directivas han venido manejando el partido, han llevado, precisamente a que muchas personas hayan desertado del liberalismo porque no tienen garantías… Al partido lo parcelaron, entregándolo a los parlamentarios”.
“Lo que hemos podido ver es un partido que se fue totalmente a la derecha, apoyando políticas neoliberales, que van en contra del pueblo colombiano, de su soberanía, como son la venta de Isagen”, dijo Ortiz.
Precisó, respecto al congreso partidista, que “no hay ninguna garantía, porque son los mismos con las mismas los que han venido manejando una política excluyente para unos determinados grupos y lo que estamos pidiendo que se respeten las determinaciones judiciales, como la sentencia del Consejo de Estado”.
Asevero que no piensan asistir al congreso liberal por considerar que la convocatoria fue hecha de manera ilegal y que no ofrece las garantías.