Rifirrafe entre textileros y Gobierno | El Nuevo Siglo
Jueves, 24 de Enero de 2013

Un tira y afloja entre los textileros y el Gobierno se presentó ayer luego que el presidente Juan Manuel Santos anunciara en la cumbre de Colombiatex que se realiza en Medellín, que el nuevo arancel a las importaciones de textiles sería de 4 dólares por kilo.

Esta medida fue rechazada inmediatamente por el sector textil que consideró insuficiente el incremento y pidió que el arancel se incrementara en un dólar. Este pedido fue atendido por el mandatario con lo que el impuesto quedó en 5 dólares.

"Ya firmamos el decreto donde colocamos arancel específico de 5 dólares y reducción al 10% de arancel advalorem para confecciones y calzado", anunció Santos en su cuenta en Twitter.

El presidente Santos había explicado que con este arancel se impedirá que entre mercancía a "precios irrisorios" que el Gobierno teme que provengan del contrabando o el lavado de dinero.

Santos indicó que ha visto un crecimiento de importaciones “de lugares específicos”, de los cuales no se descartan que su origen sea el lavado de dinero, por lo que medidas arancelarias como las actuales “no tienen ningún sentido” en torno al impacto de los importadores.

El mandatario indicó que la medida será por 6 meses mientras se estudian políticas posteriores y permanentes.

Sin embargo, la decisión no fue del gusto de todos los textileros. Representantes del gremio volvieron a alzar su voz de protesta al asegurar que la medida de 5 dólares por kilo se queda corta frente a la realidad del sector.

Así lo indicó Roy Azout, uno de los socios de Lafayette quien manifestó que “se debe trabajar también en la reducción de costos de la energía para los empresarios, además de apoyarlos en la revaluación, pues hemos tenido una baja en el tema de la competitividad del 30 por ciento”.

Uno de los representantes de la firma Tejilar dijo que “una de las medidas necesarias para el sector es restringir dichos procesos en el extranjero”, refiriéndose a trabajos como el de maquila que es comúnmente utilizado fuera del país dejando de lado a los trabajadores nacionales.

Por su parte, el presidente de la Cámara Colombiana de la Confección y Afines, CCCyA,  Edwin Salazar Salazar, dijo que con anterioridad la gremiación presentó al Gobierno Nacional una propuesta innovadora de comercio exterior que buscaba la equidad en la competencia entre productos importados y de origen nacional.

“La Cámara Colombiana de la Confección y Afines reconoció el compromiso y la importancia de la decisión tomada, pero como el señor Presidente dejó abiertos los canales de concertación para ajustar la medida, se planteó una nueva fórmula alternativa con toda la cadena, que consiste en la adopción de un arancel del 10% Ad Valorem y 5 dólares de arancel específico por kilo, la cual fue aceptada por el Gobierno Nacional”, sostuvo Salazar en un comunicado.

El directivo gremial añadió que “la agremiación recibe con beneplácito el anuncio hecho por el Gobierno Nacional, que reactivará la industria de la confección, logrando una competencia equitativa y leal en el mercado y la recuperación de los puestos de trabajo perdidos durante los últimos años”.

Señaló queahora a los confeccionistas colombianos no nos queda otro camino más, sino el de corresponder esta confianza depositada por el Gobierno Nacional volviendo a recuperar rápidamente nuestro mercado natural que es el nacional, aprovechar los tratados de libre comercio con la ayuda de Proexport y comenzar a aprovechar las facilidades para formalizar rápidamente nuestro sector”.