En Buga, Tuluá y Espinal se entregarán los primeros pabellones, diseñados a través de un convenio entre el Ministerio de Justicia y la Universidad Nacional, para que Colombia cuente con cárceles orientadas a la resocialización de las personas privadas de la libertad. El proyecto modelo fue presentado por el Ministro de Justicia, Alfonso Gómez Méndez, quien aseguró que las cárceles tienen que cumplir con su función de reintegrar personas a la sociedad y deben dejar de ser vistas como “escuelas del crimen”.
“Se trata de celdas con diseños para distintos climas, para tierra fría, tierra caliente. Son diseños compatibles con el medio ambiente, la naturaleza, hay espacios más o menos amplios entre lo que puede ser un centro de reclusión. Es un nuevo concepto, un nuevo modelo que esperamos que se imponga también para la construcción de nuevas cárceles, como en proyectos que se están adelantando para Fundación, Riohacha y Pereira”, indicó el Ministro.
Al lado de la Directora de la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios, María del Pilar Bahamón y del director del Inpec, el general Saúl Torres Mojica, el jefe de la cartera de Justicia informó que el proyecto contempla la construcción de otros pabellones en Ibagué, San Gil, Girón, Palmira, Cómbita e Ipiales, los cuales contarán con la capacidad para aproximadamente 700 cupos cada uno.
“Este proyecto se ha venido trabajando con la Universidad Nacional hace parte de la política del Gobierno para humanizar las cárceles. De un lado, reducir sensiblemente el hacinamiento (para lo cual se trabaja de manera complementaria en otras direcciones) pero de otro crear un tipo reclusión que apunte a la resocialización. Más temprano que tarde tendremos que resolver este problema del hacinamiento y que deje de ser verdad eso que repite la gente: que las cárceles son escuelas del crimen. Las cárceles tienen que ser centros de resocialización para que la gente pueda reintegrarse a la sociedad”, dijo Gómez Méndez.
Los diseños realizados por la Universidad Nacional cuentan con espacios complementarios a las celdas, como talleres de producción, bibliotecas, áreas deportivas y recreativas, oratorios y aulas de internet orientadas a la docencia y a la investigación. Asimismo, se prevé la construcción de lugares especiales para las unidades judiciales y las diligencias con jueces, fiscales y locutorios.
“Durante mucho tiempo el Estado miró a otro lado, dejamos crecer el hacinamiento con una política criminal equivocada, que se diseñaba de manera coyuntural. El Estado ha creído que la única manera de resolver las tensiones sociales es con el Código Penal y que además toda persona procesada debe estar en la cárcel. Volvimos la privación de la libertad una norma”, cuestionó el Ministro.