Este es el escenario en que avanza este proceso, que si bien tuvo a favor de sus promotores que la Registraduría certificó las firmas, aún le falta que hable el CNE y el fallo clave de la tutela en la Corte Constitucional
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1. AVALADAS LAS FIRMAS: la Registraduría ya avaló, la semana pasada, el número mínimo de firmas presentadas, el pasado 2 de mayo, por parte del comité promotor de la revocatoria de mandato del Alcalde Mayor de Bogotá. El 20 de junio se indicó que fueron revisadas 706.708 firmas, de las cuales fueron válidas 473.700 y anuladas 233.008. La defensa de Peñalosa objetó 251.140 firmas y fue necesaria una nueva revisión. La semana pasada la entidad terminó el nuevo proceso: se excluyeron 15.486 firmas adicionales, quedando como apoyos válidos 458.935. Se viabilizó así la consulta porque el total de apoyos válidos requeridos para que este mecanismo de participación era de 271.817 firmas.
2. TODO DEPENDE DEL CNE: luego de que la Registraduría le diera visto bueno a las firmas, la viabilización de la cita a las urnas quedó en manos del Consejo Nacional Electoral (CNE), que está revisando el informe contable presentado por dicho comité para descartar posibles inconsistencias en el mismo. Sin ese visto bueno, es imposible llevar a cabo la cita en las urnas. Ya hay un informe preliminar del Fondo Nacional de Financiación Política (FNFP) que exige aclarar asuntos relacionados con topes de financiación, origen de facturación de soporte, clarificación de varias transacciones financieras, origen y objetivo de donaciones y otros temas contables. El CNE no ha dado luces sobre el asunto, por lo que si habrá o no convocatoria a las urnas y la eventual fecha de la misma, sigue en vilo.
3. ¿CUÁNDO SE CITARÍA?: mientras que los promotores de la revocatoria señalan que hay maniobras políticas en el CNE para frenar la revocatoria, la defensa de Peñalosa insiste en que si las cuentas del comité promotor no cuadran, no es viable legalmente el mecanismo. Lo cierto es que si hay vía libre la cita en las urnas difícilmente sería este año, puesto que la ley 134 de 1994, marco de los mecanismos de participación popular, establece que después de la certificación de la autoridad electoral sobre el cumplimiento de los requisitos de firmas y contables, se oficiará al Presidente de la República para que fije la fecha de la cita en las urnas y ordene a la Registraduría organizar la logística, que en ningún caso puede ir más allá de los dos meses después de la certificación sobre cumplimiento de requisitos. En vista de que faltan menos de dos meses para acabar este año, difícilmente se citaría para este año. Lo cierto es que, dado que el plazo de dos meses máximo es imperativo, es posible que la fecha sea en enero o febrero, así por costos (valdría más de $40 mil millones) algunos pidan hacerla el 10 de marzo, un día antes de las elecciones parlamentarias.
4. ¿CUÁNTA VOTACIÓN SE NECESITA?: Según la ley 1757 de 2015 se considerará aprobada una revocatoria del mandato si votan Sí la mitad más uno de los votos ciudadanos que participen en la respectiva convocatoria, siempre que el número de sufragios no sea inferior al cuarenta (40%) de la votación total válida registrada el día en que se eligió al respectivo mandatario. En los comicios de octubre de 2015 Peñalosa ganó sumando 906.058 votos a su favor, dentro de un total de votos válidos de 2.730.572. Esto implica, entonces, que a votar la revocatoria tendrían que asistir, como mínimo, 1.092.228 ciudadanos. Y de estos, la mitad más uno debería votar positivamente para que salga el Alcalde, es decir 546.115 sufragios, como mínimo. Si no alcanza ese umbral de participación y aprobación, se entiende negada la revocatoria. Ahora bien, la misma ley advierte que si como resultado de la votación no se revoca el mandato del gobernador o del alcalde, no podrá volver a intentarse en lo que resta de su período.
5. ¿QUÉ HA DICHO PEÑALOSA?: “Bienvenida la revocatoria si los ciudadanos consideran que quieren votar una revocatoria, pero estamos haciendo una nueva Bogotá que no se había hecho nunca. Recuperamos el Bronx, vamos a hacer el metro de Bogotá, vamos a limpiar por primera vez el Río Bogotá”. Esas fueron las declaraciones del mandatario capitalino (en Blu radio), en referencia a la certificación por parte de la Registraduría de las firmas necesarias para adelantar este mecanismo de participación popular. Sin embargo, es claro que la defensa del mandatario capitalino aún confía en que pueda frenarse la convocatoria, no sólo por las presuntas inconsistencias contables del comité promotor que está analizando el CNE, sino porque la semana pasada se informó que la Corte Constitucional había seleccionado para revisión una acción de tutela presentada por el Alcalde en la que alegaba que la Registraduría no estaba cumpliendo con la revisión de todos los requisitos para la revocatoria, sobre todo en lo relativo a si hay un supuesto incumplimiento por parte de Peñalosa de su programa de gobierno. Este recurso de amparo fue negado en agosto por la Corte Suprema de Justicia, pero ahora falta ver qué dice la Constitucional y si lo hace antes de que el CNE decida y se fije, eventualmente, la fecha para las urnas.
6. ¿QUÉ TIENEN A FAVOR LOS PROMOTORES?: los críticos de Peñalosa, que son primordialmente sectores del Polo, el petrismo, los sindicatos de varias empresas distritales y algunos sectores populares, consideran que los bogotanos se encuentran muy inconformes con Peñalosa y así se refleja en la mayoría de las encuestas, en donde la desfavorabilidad del mandatario capitalino es una de las más altas del país así como la descalificación de su gestión. La crisis del SITP, la inseguridad urbana, el proyecto del Transmilenio por la Séptima, la polémica por el Metro elevado y el rifirrafe constante sobre la política social y de infraestructura del Distrito, son los principales temas de los críticos de Peñalosa para incitar su revocatoria. También es claro que entre los sectores promotores de la revocatoria hay varios partidos y dirigentes políticos que utilizan esta convocatoria como ‘caballo de batalla’ para ganar vitrina mediática y juego político de cara a las elecciones parlamentarias y presidenciales de 2018. Claro, eso en un escenario en donde ganen la revocatoria, porque si pierden el coletazo electoral negativo para la izquierda sería muy grave en su carrera por el Congreso y la Casa de Nariño.
7. ¿QUÉ TIENE A SU FAVOR PEÑALOSA?: el Alcalde confía en que más allá de la subjetividad de las encuestas, en donde nunca suele irle bien, los bogotanos sean conscientes de que sacarlo del cargo por cuenta de una actitud revanchista y oportunista de la izquierda significaría un retroceso en el proceso de reinstitucionalización de la capital del país, sobre todo después de la crisis en el gobierno Petro y el megaescándalo de corrupción del mandato de Samuel Moreno. Peñalosa y su equipo también tienen a su favor que el grueso del sector privado y los gremios económicos le han manifestado el apoyo a su gestión y principales macroproyectos como el Metro elevado, la ampliación de Transmilenio y los planes de vivienda, infraestructura, salud y planificación urbanística. Además es evidente que cuenta con el apoyo de la mayoría de los partidos representados en el Concejo, desde el uribismo, La U y liberales, hasta los conservadores y Cambio Radical. También es claro que la derecha ni el centro del espectro político van a dejar que la izquierda gane este pulso electoral en Bogotá, estando tan cerca las parlamentarias y presidenciales.
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