En los últimos desastres naturales en el mundo una de las soluciones que ha salvado vidas, encontrado familias que estaban perdidas por la catástrofe y facilitado la entrega a tiempo de medicamentos, el medio de comunicación por excelencia en momentos difíciles han sido los teléfonos públicos, que reviven después de que el celular los borrara del mercado.
Estaba todo listo para que fuera un entierro de tercera, o mejor, de esas tecnologías que pasan a la historia porque sirvieron en su momento, pero en los teléfonos públicos sucede todo lo contrario a los telegramas o cartas, pues tienen su resurrección después de la catástrofe del huracán Sandy en Nueva York el pasado 29 de octubre.
Resulta que los días subsiguientes al desastre en la capital del mundo unas de las principales fórmulas para comunicarse fueron los teléfonos públicos porque la ciudad quedó apagada, no sólo por la inundación, sino también por los incendios registrados en las centrales eléctricas.
En los días siguientes al huracán, los expertos en Estados Unidos iniciaron los estudios de impacto en las comunicaciones, ya que la tendencia en el mercado mundial es que los teléfonos públicos fueran sido reemplazados por la telefonía celular. En Colombia, en el lenguaje de las comunicaciones, se dice que los ‘chalequeros’, quienes venden minutos en las vías públicas, desplazaron al teléfono fijo público hasta el punto de encontrar sitios donde hay una cabina telefónica con tarjeta que nadie ni mira, mientras a sus alrededores se escucha: “A 100 pesos el minuto a cualquier operador”.
Mientras la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB) subsidia los 6.000 teléfonos públicos porque los costos no compensan los gastos operativos y realiza un proyecto piloto para repotenciar cada punto, Michael R. Bloomberg, alcalde de Nueva York abrió el concurso ciudadano “Desafío para Reinventar los Teléfonos Públicos”, con el fin de resolver el futuro de los 11.000 aparatos. “Nueva York es la ciudad más dinámica del mundo y mientras la tecnología ha cambiado completamente a nuestro alrededor, los teléfonos públicos de la ciudad han permanecido durante décadas”, dijo.
Al tiempo que en la capital del mundo se le asignaron recursos en el presupuesto de 2014 para la rehabilitación de los sitios donde están ubicados los aparatos y se vencerán los contratos de los operadores, el alcalde tiene la firme convicción que es una realidad el cambio después que fuera un total éxito el concurso.
Se radicaron 126 propuestas incluyen elementos de lo cotidiano a lo futurista: soportes para bicicletas, enchufes eléctricos, puntos de acceso a WiFi, estaciones de carga de vehículos eléctricos, espacio de publicidad digital e incluso tecnología de reconocimiento facial.
Los diseños cuentan con pantallas táctiles gigantes, sistemas de alerta pública en caso de emergencia, control por voz y gesto para mantener la pantalla libre de gérmenes o asientos reconfigurables.
Como las nuevas tecnologías llegan a par en todos los países y la administración de la ETB estará atenta a las soluciones de los 11.000 teléfonos públicos en Nueva York seguramente en la capital del país se tendrán aparatos de última tecnología antes de diciembre de 2015.