Con el inicio de intervención en los municipios de San Pedro de Urabá y Arboletes, sumado a 207 hectáreas que regresarán a sus legítimos dueños en Mutatá debido a una reciente sentencia y la creación de nuevos frentes de trabajo en Turbo y Mutatá, continúa fortaleciéndose el proceso de restitución en la región de Urabá.
Así lo aseguró Ricardo Sabogal, director general de la Unidad de Restitución de Tierras, quien dijo que con este proceso se está haciendo historia en esta región. “Restituir la justicia en el campo y cambiar la fuerza por la decisión judicial es el único camino a seguir. Con la entrada a Arboletes y San Pedro, norte de Urabá, restituiremos tierras arrebatadas bajo la modalidad de despojo duro (como ventas forzadas o a precios muy bajos). Esta zona fue bastión de la consolidación del proyecto paramilitar en Urabá, comandada por Jesús Ignacio Roldán, alias Monoleche”, explicó.
Sabogal informó que en San Pedro se viene interviniendo en 7 veredas, entre ellas, Barbasco, Tatoño, Caimán y La Florida. Y en Arboletes, en La Mesa, El Porvenir y Guadual Abajo. En estos municipios están ubicadas las zonas conocidas también como Puya Arriba, La 35 y La 37. En esta zona suman 408 solicitudes, que en su mayoría cuentan con trámite administrativo.
Y en el sur de Urabá –agregó Sabogal– se amplió la intervención que se venía haciendo en Villa Rosa, Nuevo Estrella y Nuevo Oriente (Turbo) y en Palmichal y Nueva Esperanza y Monteverde (Mutatá), donde se han presentado un total de 58 reclamaciones por despojo atribuido a Raúl Emilio Hasbún, quien actuó a través de su lugarteniente Carlos Vásquez, conocido como alias Cepillo.
En ambos sectores de Urabá suman cerca de 500 las solicitudes de restitución, donde además de las demandas ante los jueces se pretende atender de forma integral –según los fallos que se profieran– a los segundos ocupantes, que pueden ser incluidos en el programa orientado a esta población, que actualmente se implementa en el país.