Gu y Zhang Xiaojun, uno de los empleados de su residencia, fueron "recientemente" acusados de homicidio voluntario por un tribunal de Hefei, en la provincia de Anhui (este), anunció este jueves la agencia de noticias China Nueva.
Se exponen, por tanto, a la pena capital que, en ocasiones, es conmutada por cadena perpetua en China.
Gu, abogada de renombre internacional, fue considerada sospechosa del asesinato del empresario británico Neil Heywood, próximo a ella y a su marido Bo, ex jefe de la municipalidad de Chongqing (suroeste).
"Los resultados de la investigación muestran que (Gu) Kailai" y su hijo Bo Guagua "tenían un conflicto con el ciudadano británico Neil Heywood por intereses económicos", explicó China Nueva.
"Inquieta por las amenazas que Neil Heywood profirió sobre la seguridad de su hijo, (Gu) Kailai y Zhang Xiaojun, el otro sospechoso, envenenaron a Neil Heywood", encontrado muerto en una habitación de hotel de Chongqing el pasado mes de noviembre.
Los hechos "son claros" y "las pruebas son irrefutables. En consecuencia los dos sospechosos deben responder por un homicidio voluntario".
El tribunal de Hefei organizará el proceso en una fecha "por determinar", continuó la agencia, que menciona sistemáticamente a Gu por su nombre de casada, Bogu Kailai, insitiendo en su relación con el depuesto dirigente Bo Xilai.
Este anuncio se produce mientras el arquitecto francés Patrick Devillers, que mantenía lazos comerciales y de amistad con Bo y su esposa, es interrogado en China en el marco de la investigación sobre la abogada.
Devillers, que reside en Camboya, fue detenido en Phnom Penh a mediados de junio y llegó recientemente a China, asegurando ir "voluntariamente" para participar en la investigación sobre Gu Kailai.
Pekín, como París, fueron extremadamente discretos sobre la particular situación de este francés que se encuentra en manos de las autoridades chinas y aparentemente privado de libertad de movimientos en un lugar desconocido de la capital.
Bo Xilai, considerado como estrella ascendente de la política china, cayó en desgracia en primavera por casos de corrupción en el marco de un enorme escándalo que sacudió al Partido Comunista chino cuando faltan unos meses para su XVIII Congreso. Xilai estaría bajo arresto domiciliario.
En marzo, fue destituido de su puesto de jefe del Partido de la región de Chongqing.
Su caída se aceleró de manera espectacular a mediados de abril con el anunció de su suspensión del buró político del PCC y la posibilidad de una implicación de su esposa en el asesinato de Heywood.
También en abril, la policía china reabrió la investigación sobre la muerte de Heywood tras descubrir elementos sobre la posible implicación de la esposa de Bo Xilai.
Londres también solicitó a Pekín reabrir la investigación sobre la sospechosa muerte del británico, que fue rápidamente incinerado tras su muerte, atribuida a toda prisa a un excesivo consumo de alcohol.
La suerte de Bo, que llevó a cabo una feroz campaña contra las mafias y volvió a poner de moda en Chongqing los cantos maoístas, será más complicada de gestionar para el Partido Comunista que la de su esposa.