Irán negó ser el responsable del fracaso de las negociaciones sobre su programa nuclear, en momentos en que la Casa Blanca advertía al Congreso, que examina nuevas sanciones contra Teherán, que los estadounidenses se oponen a "una guerra".
La presidencia advirtió a los congresistas que consideran sanciones más fuertes contra Irán que obstaculizar la vía diplomática puede dejar al presidente Barack Obama sin más opciones que usar la fuerza militar contra el programa nuclear iraní.
"Los estadounidenses no quieren ir a una guerra", dijo el portavoz presidencial, Jay Carney, subiendo el tono del gobierno de Obama frente a los legisladores que han rechazado un acuerdo provisorio con Teherán.
Carney advirtió que si los esfuerzos diplomáticos de Obama para solucionar la crisis nuclear fallan, o se ven bloqueados, quedarán muy pocas opciones por delante, entre ellas la vía militar.
Las autoridades ya habían advertido que el nuevo tipo de sanciones que están siendo consideradas por senadores bipartidistas en el Congreso podrían molestar y distanciar al equipo de negociación iraní, que ha dado muestras de una nueva apertura hacia Occidente, tras la elección en junio del moderado Hasan Rohani..
Además, podría incentivar a los partidarios de la línea dura en Irán que se oponen al diálogo entre Washington y los representantes del presidente Rohani, señalaron.
También este martes, la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) afirmó que quiere que Teherán brinde progresivamente toda la información que se le pide, incluyendo datos sobre presuntas investigaciones para usar militarmente la energía nuclear realizadas hace años.
"El tema nuclear iraní es muy complicado. No se puede esperar que todo se haga de la noche a la mañana. Por eso optamos por un enfoque por etapas", declaró Yukiya Amano, director de la AIEA.
Amano y el jefe de la organización nuclear iraní, Ali Akbar Salehi, firmaron el lunes un documento de seis puntos, una primera fase para "restablecer la confianza" con Irán.
La AIEA sospecha que Irán efectuó ensayos de explosiones convencionales, aplicables al sector nuclear, y luego eliminó todo rastro comprometedor.
En un informe publicado en noviembre de 2011, la agencia hizo una lista de elementos que apuntaban a que Irán trabajó en la preparación del arma atómica antes de 2003, y tal vez después de ese año, lo que este país desmiente.
Por su parte, el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Mohamad Javad Zarif, desmintió el martes las afirmaciones del secretario de Estado norteamericano, John Kerry, quien había asegurado el lunes que el fracaso de las negociaciones entre Irán y los países del grupo 5+1 (Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia, China y Alemania) en Ginebra fue responsabilidad de Irán.
"El 5+1 estaba unido el sábado cuando presentamos nuestra propuesta a los iraníes (...) Pero Irán no pudo aceptarla", dijo Kerry el lunes.
"Señor secretario de Estado, ¿acaso es Irán el que vació de contenido la mitad del texto de los estadounidenses el jueves por la noche y el viernes por la mañana hizo comentario públicos en contra?", preguntó Zarif.
El viernes, el ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, declaró en Ginebra que había "avances", pero un día después aseguró que existía "un texto inicial que no aceptamos".
Medios y responsables iraníes atribuyeron a esta presunta intransigencia francesa el fracaso de las negociaciones.
Rusia, aliada de Irán, también rechazó las acusaciones de Kerry.
"Esta interpretación simplifica al máximo y deforma lo esencial de lo que pasó en Ginebra", dijo una fuente del ministerio ruso de Relaciones Exteriores.
"El proyecto de texto común preparado por los norteamericanos convenía a la parte iraní, pero en la medida en que las decisiones durante las negociaciones se toman por consenso no fue posible encontrar un acuerdo final [...]. Pero no fue culpa de los iraníes", recalcó.
Irán y el grupo 5+1 se reunirán de nuevo en Ginebra el 20 de noviembre para seguir las negociaciones./AFP