España no debería presentar una solicitud de rescate global hasta por lo menos mediados de septiembre, esperando primero a conocer la ayuda propuesta por el Banco Central Europeo (BCE), consideró el banco Goldman Sachs en un informe.
Madrid, a quien el Eurogrupo ya prometió en junio una ayuda de hasta 100.000 millones de euros para sus bancos -fragilizados por el estallido de la burbuja inmobiliaria-, podría verse obligado este otoño a pedir un rescate más completo de su economía a través de una acción del BCE.
Como el presidente del BCE Mario "Draghi subrayó en su conferencia de prensa de agosto, esta intervención depende de una solicitud, por parte de los gobiernos de la periferia de la eurozona, de una ayuda del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) y del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEE) y de que esos países acepten las condiciones que implica", recordó Goldman Sachs.
"En este marco, seguimos viendo a España en primera línea, pero no prevemos una solicitud antes de mediados de septiembre como muy pronto", agregó.
De otra parte, la agencia de calificación crediticia Standard & Poor's consideró que si España solicita un rescate global de su economía, a la Unión Europea o al FMI, no tendría un impacto directo en su nota soberana.
"Probablemente el rating soberano del Reino de España no se vería afectado directamente en el caso de que el gobierno de España solicitara un rescate completo de su economía a través del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) o el Fondo Monetario Internacional (FMI)", afirmó la agencia en un comunicado.
S&P ya había decidido a principios de agosto mantener en BBB+ el primer nivel de las inversiones consideradas de riesgo, con perspectiva negativa.