Los republicanos moderados liderados por el Senador de la minoría Mitch McConnell derrotaron a los candidatos del Tea Party en las primarias de estados clave el martes, aumentando sus posibilidades de recuperar el control total del Congreso en noviembre.
Los republicanos son mayoría en la cámara baja y buscan arrebatar el control del Senado a los demócratas, que constituyen el apoyo al presidente Barack Obama, en las elecciones de medio mandato en Estados Unidos de noviembre próximo.
Los votantes acudieron a las urnas en seis estados, desde Georgia en el sureste del país a Oregón en el noroeste, en lo que se denomina el "Super Tuesday" de la campaña 2014.
Pero la atención se centraba en Kentucky, un estado clave en la batalla entre los miembros tradicionales del partido y su ala ultraderechista "Tea Party".
El fervor anti-Estado que que barre gran parte del país no parece haberse enraizado demasiado en Kentucky, donde el popular legislador McConnell, de 72 años, derrotó a su desafiante Matt Bevin del Tea Party, en una de las más onerosas campañas para las primarias de 2014.
Si es reelecto en noviembre, y si los republicanos ganan las seis bancas que necesitan para controlar el Senado, McConnell lideraría la nueva mayoría y estaría en posición de bloquear las iniciativas de Obama en los dos años que le quedan en la Casa Blanca.
"Envíenme a Washington y Kentucky siempre tendrá un triunfador en el Capitolio", dijo McConnell a sus simpatizantes en su victorioso discurso.
Pero antes deberá enfrentar el mayor desafío en sus 30 años de carrera en el Senado, ante el demócrata Alison Lundergan Grimes, quien ganó las primarias de su partido e inmediatamente dejó clara su intención de desbancar a McConnell.
"Mitch McConnell quiere hacerles creer que el presidente Obama está en la hoja de votación de Kentucky en 2014", dijo Grimes a sus partidarios, en alusión a las advertencias de McConnell a sus votantes de que Grimes será meramente un mandadero del presidente para impulsar su impopular programa de salud y otros objetivos liberales.
"Senador McConnell, esta elección es entre usted y yo", dijo Grimes, de 35 años. "Ese es el nombre que aparece en la hoja de votación".
- Redescubriendo los principios conservadores -
Arkansas, Georgia, Idaho, Oregon y Pensilvania también celebraron primarias el martes y en todas ellas los actuales legisladores y los candidatos apoyados por la mayoría republicana triunfaron. El 3 de junio votarán otros ocho estados.
La totalidad de la cámara baja, actualmente controlada por los republicanos, está en juego y los analistas esperan que retengan el control. La interrogante es si los demócratas lograrán erosionar la mayoría republicana.
Según las encuestas, los demócratas podrían perder el control del Senado, donde la lucha es más dura.
Más de un tercio de las bancas (36 en 100) están en juego, y al menos siete de ellas están en riesgo para los demócratas.
Los candidatos y sus partidarios están gastando decenas de millones de dólares en cada campaña al Senado, en una feroz batalla para decidir quién va a controlar la agenda legislativa en Washington.
En Georgia, los republicanos moderados proclamaron otra victoria. Dos candidatos al Senado, el empresario David Purdue y el congresista Jack Kingston, deberán definir en segunda vuelta, luego de derrotar a tres candidatos conservadores, incluido un congresista apoyado por el Tea Party.
En Pensilvania, el representante republicano Bill Schuster derrotó a su desafiante Art Halvorson, apoyado por el Tea Party, luego de acercarse a grupos conservadores.
Los estrategas republicanos favorecen la elección de candidatos moderados, menos proclives a cometer errores importantes.
En 2010 y 2012, los candidatos impulsados por el Tea Party que ganaron en las primarias en Delaware, Indiana, Misuri y Nevada fracasaron en la elección.
Ante el surgimiento del Tea Party, algunos candidatos moderados adoptaron un discurso más conservador: hablando contra el gobierno federal, favoreciendo los recortes de gastos o apoyando posiciones más conservadoras en relación al aborto y el matrimonio homosexual.
"El desafío de Matt Bevin basado en principios, ayudó al Senador McConnell a redescubrir sus principios conservadores", consideró el grupo Freedom Works, que apoya a Bevin.
El presidente de la cámara baja, el republicano John Boehner, quien intenta contener al ala de ultraderecha en su propia circunscripción, minimizó las divisiones internas en su partido.
"No hay una diferencia tan grande entre lo que todos llaman Tea Party y el conservador republicano promedio", dijo Boehner a los periodistas el martes, destacando los puntos de confluencia entre las fracciones partidarias.
"Estamos contra el 'Obamacare' (reforma de la salud). Creemos que los impuestos son demasiado altos. Creemos que el gobierno es demasiado grande", afirmó.