LOS líderes republicanos en Washington deben perder el "miedo" y liderar una reforma del sistema migratorio en Estados Unidos, instaron en Miami personalidades del partido, al señalar que esperados decretos del presidente Barack Obama no resolverán el problema.
Ahora que los republicanos ganaron el control total del Congreso en las pasadas elecciones legislativas, el partido tiene la "responsabilidad" de resolver este tema, que es clave para las presidenciales de 2016, aseguraron los líderes locales en rueda de prensa.
"Estamos felices de haber tomado el control del Congreso, pero ahora, como republicanos, John Boehner y Mitch McConnell (jefes de la Cámara de Representantes y el Senado que sesionarán desde enero, respectivamente) tienen la responsabilidad de guiar", dijo Rudy Fernández, exasesor de la Casa Blanca bajo el republicano George W. Bush.
"Le estamos implorando al Partido Republicano que no tenga miedo", acotó el empresario Bernie Navarro, expresidente de la Asociación de Constructores Latinos.
El Senado de mayoría demócrata aprobó en 2012 una ambiciosa reforma del sistema migratorio, pero el proyecto naufragó en la Cámara de Representantes, controlada por la oposición republicana.
Ante el fracaso, Obama prometió, antes de fin de año, decretos para aliviar la situación de una parte de los más de 11 millones de indocumentados en Estados Unidos, gran parte de ellos latinoamericanos.
Augurando una agria batalla, líderes republicanos, entre ellos Boehner, adelantaron que resistirán "con uñas y dientes" las medidas ejecutivas, que según legisladores y reportes de prensa podrían beneficiar de inmediato hasta a 5 millones de personas.
Las medidas de Obama serían "temporales" y "eso no resuelve el problema", dijo Fernández, quien estuvo en la Casa Blanca durante los infructuosos intentos de Bush de promover una reforma migratoria en 2006 y 2007.
Antes de 2016, "es clave que resolvamos este problema de la migración y como partido demostremos liderazgo", dijo Fernández.
"El candidato republicano a la presidencia en el 2016 puede regresar a los niveles de apoyo latino que recibió el presidente Bush, que recibió entre el 40 y 45%, eso es posible si demostramos liderazgo en el tema de migración", afirmó.
Obama, que desde su campaña en 2008 prometió una reforma migratoria, ganó en las últimas elecciones presidenciales de 2012 más del 70% del voto de los latinos, la primera y de mayor crecimiento minoría en Estados Unidos, con más de 50 millones de personas.
Fernández y los otras personalidades republicanas en Florida (sureste de EEUU) se mostraron confiadas en que en su partido se impondrán "las voces sensatas".
Pero conservadores republicanos rechazan abrir una vía para formalizar la situación de los indocumentados, lo que equiparan a una "amnistía" para personas que viven en el país de forma irregular.
Los indocumentados quieren "ser parte de la comunidad, pagar impuestos, tener sus licencias (de conducir), poder vivir sin estar escondidos", y mientras no se les permita, serán una carga para los gobiernos locales, concluyó el alcalde de Miami, el republicano Tomás Regalado./AFP