MÁS allá de insultos, amenazas de deportaciones y muros, una parte importante de latinos son fieles a Trump, pese a que anunció que deportará a 11 millones de latinos ilegales. Como ocurrió en Florida y Nevada, los latinos están votando por el multimillonario, teniendo en cuenta en menor medida a Rubio (retirado de la nominación) o a Cruz.
Identificarse como latino en Estados Unidos no necesariamente significa ser anti Trump. Algunos de ellos simplemente buscan salvaguardar su estatus y ven en el magnate la mayor fuente de estabilidad para sus intereses. Otros, asentados en sus orígenes, actúan y votan en colectivo, buscando beneficios para migrantes legales e ilegales.
Potentes cifras
Los latinos ya no son una comunidad enorme sin posibilidades de votar. Según estimaciones del Centro para América Latina, el Caribe y Estudios Latinos (Clacls), se prevé que el 10% de los votos totales en el país provienen de este sector poblacional, pasando de 3,9%, en 1992, a esa importante cifra.
Eso quiere decir que cerca de 28 millones de personas podrán votar en noviembre. Sin embargo, dado los bajos índices de participación de la comunidad latina, se espera que unos 13 millones hagan uso de su derecho al voto y se inclinen por Trump o Clinton, de acuerdo al panorama actual de las primarias.
Probablemente el número de votantes promedie entre ambos porcentajes, puesto que durante estas elecciones se ha visto a medios como Univisión, entre otros, incentiva el voto latino en plataformas digitales y videos.
Los principales estados que cuentan con una amplia población latina activa a nivel electoral son: Nevada, California, Carolina del Norte, Virginia, Colorado, Texas, Pensilvania y Wisconsin, así como los estados de Florida y Ohio, según Clacls. Parte de esos votantes han participado en las primarias republicanas apoyando a Donald Trump.
Dentro de ese grupo de estados se resaltan tres, cuyas cuotas de participación son muy altas dado el alto número de latinos en su territorio. En California, donde se concentra la mayor población de Estados Unidos, representan el 25% de la votación total, seguido de Texas con 18,7% y Florida con 10,2%.
Texas es el feudo de Ted Cruz, por ello, EL NUEVO SIGLO no lo tiene en cuenta en este análisis. California, que tendrá sus primarias el 7 de junio, juega un papel de suma importancia por el número de delegados que eligen y la cantidad de latinos que participa, pero aún no ha votado. Por eso, por el momento, hay que poner el ojo en dos estados: Florida y Nevada.
Hace dos días Trump arrasó en Florida y sepultó las aspiraciones presidenciales de Marco Rubio. Ganó por 20 puntos, demostrando que su apoyo electoral es variado y no sólo se compone de retirados de guerra y pensionados.
Los latinos, por supuesto, jugaron un papel primordial en su victoria. Florida es un estado creado por cubanos, en primer lugar, y migraciones posteriores de colombianos, venezolanos, dominicanos y puertorriqueños, entre otros. Si bien aún no se conocen las cifras de los grupos poblaciones que votaron, es evidente que gran parte de los latinos se inclinaron por Trump.
El multimillonario también duplicó a Rubio en Nevada. Allí sacó 45% contra 28% del cubano estadounidense. Cruz quedó más atrás aún, con 18%. Es decir, que la unión entre ambos probablemente hubiese derrotado a Trump, pero eso no se dio.
Aunque Mark Hugo López, director de investigación hispana en el Pew Research Center, concluye que: “los hispanos republicanos de Nevada son un grupo muy pequeño ya que constituyen apenas el 8% de los participantes en las primarias republicanas de ese estado”, lo que sin embargo evidencia que en noviembre cuando se celebren las elecciones presidenciales la mayoría votarán por el candidato demócrata.
La inclinación de los latinos por Trump cada vez es más evidente. Si bien el 74% de los latinos consideran ofensivos sus comentarios, también dicen que de sus frases han sido “malinterpretados”, según una encuesta de The Washington Post, abriendo la posibilidad a que voten por el magnate en las presidenciales.
Latinos con Trump
A diferencia del año pasado, en este momento sí se puede decir que Trump es un fenómeno de masas que le llega a diferentes sectores estadounidenses, sean blancos, afros o latinos. Estos últimos, en especial, tienen diferentes razones para seguirlo.
Como se ha dicho, ellos encuentran en el multimillonario un símbolo de estabilidad, que, finalmente, es lo que busca gran parte de los votantes a la hora de elegir a su candidato. Les resulta saludable cuando Trump dice que va deportar a los ilegales, quienes se convierten en una competencia incómoda cuando acceden a trabajos.
Muchos sostienen que el magnate ha sido claro en diferenciar entre deportaciones de ilegales y el acceso de migrantes legales a Estados Unidos. Es probable que aquellos latinos que se encuentran en algunos de estos dos grupos se inclinen por oponerse a Trump o apoyar su propuesta, siempre y cuando sean de origen republicano o que no tengan asegurado su voto por Clinton.
También están quienes sostienen, entre una mezcla de estabilidad y orgullo, que como migrantes les parece injusto que lleguen otros a recibir todos los beneficios por los que ellos lucharon por muchos años.
En un reportaje de Univisión una migrante de origen colombiano dijo: “Mi familia llegó legalmente. Gastaron mucho dinero para hacerlo. Eran profesionales en su país y cuando llegaron acá limpiaron baños para subsistir. Entonces no me parece justo que toda la gente que llega ilegalmente tengan los mismos beneficios”, describiendo en sus propias palabras dicha sensación.
Juan Carlos Hidalgo, analista de Políticas Públicas para América Latina de Cato Institute, entrevistado por la misma cadena, sostiene que los latinos se ven atraídos por la particular personalidad de Trump, un empresario sin pelos en la lengua con actitudes mesiánicas: “Volvamos hacer, yo lo voy hacer, yo voy a cambiar, yo, yo..”
Directo, demagógico y populista, el magnate le llega a muchos latinos que crecieron en países con tradiciones caudillistas. “Tal vez Donald Trump apela a ese gustillo que tenemos los latinos por los hombres fuertes. Tenemos un largo y triste historial de caudillos que llegan a decir que ellos pueden arreglarlo todo, si le dan el poder.”, dice el experto.
Trump simboliza para una proporción de los votantes latinos una mezcla de seguridad y recuerdo. La gran mayoría, sin embargo, votará demócrata, que seguramente será Clinton. Pero lo cierto es que, pese a sus comentarios y propuestas, el magnate cuenta con un apoyo grande de la comunidad latina.