El colombiano Nairo Quintana, uno de los favoritos a la victoria final en el Tour de Francia, tendrá que improvisar su estrategia en la montaña después del duro golpe sufrido el sábado en la primera etapa, cuando su principal ayuda, el español Alejandro Valverde, abandonó tras una fuerte caída en Düsseldorf.
"Es muy difícil, es una persona muy importante y un gran compañero. Deseo que no sea nada importante. Es una lástima que su carrera termine así", declaró Quintana poco después de cruzar la meta en esa contrarreloj de la primera etapa, cuando todavía no conocía muy bien el alcance de los daños.
Tras la segunda etapa de este domingo, el colombiano, ya sabiendo que su compañero sufrió dos fracturas y fue operado, admitió que "se siente el hueco" dejado por Valverde y que es "una falta notable".
"No nos queda otra que seguir mirando hacia adelante", se resignó.
El exciclista francés Yvon Ledanois, que conoce bien al Movistar porque lo dirigió en el pasado, estimó que la baja de Valverde es "un golpe duro".
"Valverde tenía un papel importante reservado para Nairo en las etapas cruciales, por su experiencia, su posicionamiento y su capacidad para dinamitar las situaciones", explica.
A sus 37 años, Valverde empezó el sábado la 22ª gran ronda (ocho podios en la general, que incluyen una victoria en la Vuelta a España y un tercer puesto en el Tour de Francia). Su año hasta ahora era muy bueno: victorias, entre otras citas, en la general de la Vuelta a Cataluña, la Vuelta al País Vasco y en dos clásicas importantes, la Flecha Valona y la Lieja-Bastoña-Lieja.
En las carreras por etapas, Valverde podía aportar a Quintana una gran dosis de tranquilidad. Con su enorme experiencia, era capaz de entrar en el grupo de los líderes y así ayudar al colombiano siguiendo la estrategia prefijada por el Movistar.
El ciclista murciano ofrecía además un eventual 'plan B' en caso de hundimiento de Quintana. Pero, ante todo, su simple presencia obligaba a los rivales a echarle un ojo constantemente, teniendo que vigilar a dos hombres en lugar de a uno.
"Todo descansa ahora sobre los hombres de Nairo. El Movistar va a tener que cambiar sus planes tácticamente", insistió Ledanois.
"Sueño intacto"
José Luis Arrieta, director deportivo del Movistar, es menos categórico, pero reconoce que la pérdida de Valverde hace más débil a su formación: "En la estrategia, pocas cosas van a cambiar, iremos viendo día a día, con las oportunidades que se presenten. Habrá que saber aprovecharlas".
"Teníamos un hombre que podía aportarnos mucha estabilidad y ya no lo tenemos. Un hombre que podía estar con Nairo en la montaña hasta el último minuto y ya no lo tenemos. Nos queda un equipo y su líder, vamos a ir adelante con ese equipo", añadió.
"Seguimos teniendo el sueño de ganar el Tour y ese sueño sigue intacto", insistió.
Sobre el papel, el equipo con Valverde era el más fuerte de este Tour en la montaña. Sin él, las fuerzas parecen equilibrarse e incluso bascular del lado del Sky de Chris Froome, que situó a cuatro hombres entre los diez primeros de la contrarreloj de la primera etapa.
"Es verdad que han perdido a una pieza importante", afirma Vincent Lavenu, mánager de Romain Bardet en el AG2R La Mondiale, "pero el Movistar sigue teniendo una fuerza colectiva impresionante, tienen un equipo muy fuerte".
Quintana sueña con ser el primer colombiano y el primer sudamericano en ganar el tour de Francia. En el equipo tiene todavía a cuatro compañeros treinteañeros y curtidos en grandes vueltas: el costarricense Andrey Amador, el italiano Daniele Bennati y los españoles Jonathan Castroviejo e Imanol Erviti.
El colombiano Carlos Betancur, quinto en el Giro de Italia de 2013, es también un escalador que puede contribuir a los planes de su compatriota en la montaña.