El gobierno de México repatrió a España a los dos miembros de la organización separatista armada vasca ETA detenidos el domingo en el enclave turístico de Puerto Vallarta y a quienes la justicia española imputa 18 asesinatos.
El ejecutivo español había identificado a los etarras arrestados como Juan Jesús Narváez Goñi e Itziar Alberdi, en paradero desconocido desde hacía 22 años.
El gobierno mexicano informó la noche del domingo que ambos "fueron repatriados a su país natal en un vuelo comercial" y detalló que fueron descubiertos en un procedimiento de control y verificación del Instituto Nacional de Migración en Puerto Vallarta, en el estado de Jalisco, situado sobre el Pacífico mexicano.
"Los dos ciudadanos españoles permanecían en el país con identificaciones falsas", señaló en un breve comunicado la secretaría de Gobernación (Interior), que no se refirió a ellos como miembros de ETA.
Narváez Goñi y Alberdi pasaron a integrar en 1990 el "comando de liberados EKAITZ", liderado por José Luis Urrosolo Sistiaga, que contaba con infraestructura logística en Barcelona, Tarragona, Zaragoza y Valencia.
Este grupo armado tenía instrucciones de realizar atentados en la costa mediterránea española para boicotear los Juegos Olímpicos de Barcelona-1992.
Hasta su desarticulación el 21 de marzo de 1992, y en el breve espacio de un año, este comando realizó numerosos atentados con explosivos y armas de fuego, con el trágico resultado de 18 muertos y numerosos heridos graves.
Narváez Goñi, "Pajas", formó parte en los años 1980 del comando "legal X-1", que ayudó a otro comando a perpetrar atentados y que asesinó a dos policías. En 1987 fue detenido en Marsella (Francia) y expulsado a España, donde permaneció en prisión hasta marzo del año siguiente. Alberdi, por su parte, colaboró a nivel logístico con el "comando Araba" hasta que fue desarticulado en 1986.
Según el gobierno español, Narváez Goñi y Alberdi eran los miembros de ETA con mayor número de asesinatos cometidos que aún permanecían sin detener.