Renunciaría a los delegados de la troika: gobierno de Grecia | El Nuevo Siglo
Sábado, 31 de Enero de 2015

Renunciar al último tramo de la ayuda financiera y dejar de trabajar con los delegados de la troika encargados de supervisar la exigida política de austeridad está dispuesto el nuevo gobierno griego, que ayer volvió a rechazar las condiciones impuestas por los acreedores.

Los anuncios los hizo el ministro griego de Finanzas, Yanis Varoufakis, en una tensa conferencia de prensa con el jefe del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem.

Después de dos planes de rescate internacionales de un total de 240.000 millones de euros, el ejecutivo griego quiere negociar una reducción de su deuda (175% del PIB) y un abandono de las medidas de austeridad aparejadas a dicha asistencia.

Grecia todavía debe recibir unos 7.200 millones de euros de aquí a un mes, como parte del programa de rescate, que expira el 28 de febrero.

Varoufakis dijo que rechaza recibir ese dinero, y que su gobierno fue elegido con la promesa de poner fin a la austeridad. Por eso, el ministro aseguró que su gobierno no va a contradecirse pidiendo una prolongación de ese programa de asistencia financiera, que obligaría a Grecia a mantener la política de austeridad.

Dijsselbloem observó al respecto que "ignorar los acuerdos previos no es el camino a seguir".

Varoufakis explicó que su gobierno buscará "la máxima cooperación" con los acreedores del país (UE, BCE y FMI), pero no trabajará con los delegados de la troika que desde 2010 vigilan al detalle el cumplimiento de las reformas y recortes exigidos a Atenas.

El ejecutivo griego pide además una conferencia internacional para eliminar una buena parte de su deuda y también la de otros países europeos, como la que se hizo en 1953 en Londres para reducir la deuda alemana.

Respondiendo a una pregunta sobre este punto, Dijsselbloem contestó secamente que "esa conferencia existe, y se llama el Eurogrupo", el foro de los 19 ministros de Finanzas de la zona euro que él dirige.

Como parte de los esfuerzos para renegociar la deuda y la salida de la austeridad, el primer ministro Alexis Tsipras hablará el martes en Roma con su homólogo italiano, Matteo Renzi, y el miércoles en París con el presidente francés, François Hollande.

Varoufakis por su lado viajará del domingo al martes a Londres, París y Roma para reunirse con sus homólogos de esos países. De momento, ni él ni Tsipras irán a Alemania, el país que mantiene la posición más dura sobre la salida del plan de austeridad que exige el gobierno griego.

La bolsa de Atenas reaccionó negativamente ayer  y cerró la sesión con una caída de 1,59%. El mercado de deuda también se tensó, y el rendimiento del bono griego a diez años terminó por encima del 11%.

El gobierno griego dejó claras sus intenciones desde el miércoles, anunciando una lluvia de medidas contrarias a las reformas y recortes dictados desde 2010 por la troika de acreedores, la UE, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional.

En virtud de los rescates, los socios de la Eurozona (integrada por 19 países) tienen una exposición de unos 200.000 millones de euros a la deuda griega, a través de garantías a un fondo común y de préstamos bilaterales.

Por eso, tanto la Comisión Europea como Francia y Alemania, los dos países más expuestos (42.000 millones y 56.000 millones de euros respectivamente), no paran de advertirle a Atenas que deberá tener eso muy en cuenta.

"Grecia no va a conseguir llegar a final de febrero", dijo alarmado Theodoros Pelagidis, del think tank Brookings, a la agencia Bloomberg. Según el diario griego Kathimerini, actualmente hay menos de 2.000 millones de euros en las arcas del Estado griego, que se habrán agotado a fines de febrero./AFP

 

Muy tenso fue el primer cara a cara del gobierno griego, a través de su ministro de finanzas, Yanis Varoufakis, (derecha) con el jefe del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem./AFP