La secretaria de Estado Hillary Clinton confirmó en una entrevista publicada este viernes por el Washington Post su voluntad de abandonar su cargo tras la asunción del próximo presidente de Estados Unidos, el 20 de enero de 2013, incluso si Barack Obama es reelecto.
"Manejo el mismo calendario (...) Tengo como meta alejarme poco después de la investidura. Ese es mi proyecto, pero todavía no pude sentarme a hablar con el presidente, porque está tratando de ganar una elección, lo que, espero, se producirá. Discutiremos entonces sobre la manera de llevar a cabo la transición", dijo.
La jefa de la diplomacia estadounidense, derrotada en 2008 en las primarias demócratas por Obama, recorrió el planeta desde enero de 2009 y se convirtió en un pilar del gobierno, pero aseguró en numerosas oportunidades que sólo ocuparía ese puesto en el presente mandato presidencial.
"No estoy realmente dispuesta a permanecer más tiempo, pero también sé que debemos tener conciencia del trabajo que nos queda por hacer. Insisto, debo hablar con el presidente", dijo al sitio electrónico del Washington Post.
Sin embargo, en otra breve entrevista publicada el jueves por el Wall Street Journal, pareció que Clinton había dejado la puerta entreabierta para continuar en su puesto un tiempo más -fundamentalmente para administrar las consecuencias del ataque al consulado de Estados Unidos en la ciudad libia de Bengasi, el 11 de septiembre último- en caso de que Obama triunfara el 6 de noviembre.
"Mucha gente me habló sobre mi permanencia" en el cargo de secretaria de Estado, dijo, sin más precisión, en esa entrevista.
En declaraciones a la cadena NBC el miércoles, Obama afirmó que "a pesar de sus súplicas" se había resignado a la idea de que Clinton dejará de todas maneras el gobierno en enero. "Hizo un inmenso trabajo. Me hubiera gustado que continuara", agregó.