El presidente ruso, Vladimir Putin, reconoció en Turquía que no puede por el momento seguir adelante con el proyecto ruso-italiano de gasoducto South Stream, víctima de las sanciones europeas impuestas a Moscú en el marco de la crisis ucraniana.
Tras una larga reunión en Ankara con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, Putin justificó el abandono del proyecto en el rechazo de Bulgaria, presionada por la UE, de autorizar el paso del gasoducto por su territorio.
"Como todavía no hemos recibido el permiso de Bulgaria, creemos que en la situación actual Rusia no puede seguir llevando a cabo el proyecto", dijo Putin durante una rueda de prensa conjunta con Erdogan.
"Se acabó. El proyecto terminó", confirmó a continuación a la prensa el presidente ejecutivo de Gazprom, Alexei Miller, citado por una agencia de prensa rusa.
El proyecto South Stream, liderado por este gigante energético ruso, tiene un coste de unos 16.000 millones de euros y el objetivo de alimentar Europa con gas ruso, pero sin pasar por Ucrania.
La Unión Europea bloqueó el proyecto en el marco de las sanciones contra Moscú por el conflicto en el este de Ucrania.
El South Stream, lanzado oficialmente en diciembre de 2012, buscaba unir Rusia con Bulgaria en una distancia de 3.600 kilómetros para dirigirse luego hacia el oeste de Europa a través de Serbia, Hungría y Eslovenia. La capacidad estimada era de 63.000 millones de metros cúbicos al año.
Putin calificó de "ridículo" seguir invirtiendo "millones de dólares" en este proyecto y criticó duramente a la UE, que estima que los contratos firmados por Gazprom para este proyecto violan las reglas europeas de la competencia.
"Pensamos que la postura de la Unión Europea no es constructiva. De hecho, más que apoyar el proyecto, la Comisión Europea lo obstaculiza", denunció.
"Si la UE no quiere este gasoducto, entonces no se construirá", subrayó el presidente ruso, quien advirtió de que una parte de las entregas de este hidrocarburo a Europa podrían ahora dirigirse hacia Asia.
Por otra parte, Putin también anunció un aumento de las entregas de gas ruso a Turquía de 3.000 millones de metros cúbicos. "Vamos a hacer una reducción del 6% del precio del gas natural a partir del 1 de enero" para Turquía, añadió.
Asimismo, Moscú y Ankara firmaron un acuerdo para la construcción de un gasoducto entre ambos países a través del mar Negro.
El monto de los intercambios comerciales entre los dos países alcanzó los 32.700 millones de dólares en 2013, si bien esperan triplicar rápidamente este volumen hasta alcanzar los 100.000 millones antes de 2023.
Tras una larga reunión de su comisión de cooperación conjunta, los dos países firmaron otra serie de textos, especialmente en materia económica, que muestran la voluntad de sus dirigentes de reforzar sus lazos, a pesar de las diferencias políticas en la crisis ucraniana y en Siria/AFP.